Veintiseis días después se acaba la espera. El Leyma volverá a jugar un partido de baloncesto después del calvario con el COVID que le ha tocado vivir, como el resto de equipos de la liga en mayor o menor grado, en las últimas semanas. Abrir las puertas del Palacio de los Deportes de Riazor (18.00 horas) para la recibir al Almansa, cerradas estas desde la visita del Melilla el ¡¡12 de diciembre!!, es en sí una buena noticia. Aunque el equipo dirigido por Sergio García siga a trompicones, precisamente lo que menos necesitaba. Porque después de que el Leyma perdiera en Iraurgi el pasado 28 de diciembre tras un partido decepcionante para un equipo con tan altas expectativas, los naranjas parecía que buscaban resetear, pulsar el botón de volver a empezar de cero para sentar todas las bases, aquello que funcionaba y dejó de hacerlo, desde el principio. Pero no de esta manera, cada uno en su casa, sin entrenamientos en común y volviendo a perder ese ritmo que durante una fase de competición, cuando encadenaron seis victorias de forma consecutiva, les hizo parecer imparables.

“Es complicado saber cómo está el equipo después de este tiempo, todavía no nos hemos podido juntar todos, han sido semanas muy complicadas. El equipo se ha parado, hemos perdido ritmo de entrenamientos, hemos estado trabajando en gran parte de forma individual con los jugadores que han podido y a día de hoy todavía no hemos llegado a tener 10 en una sesión”, se lamenta Sergio García. Esto se suplirá con las difícilmente irresistibles ganas de volver a estar sobre una pista: “Vamos a tener que hacer un esfuerzo grande ante un equipo muy bien construido con jugadores de talento, muy equilibrada la plantilla, que está haciendo un buen baloncesto y buenos resultados, y vamos a tener que hacer las cosas bien desde el esfuerzo individual porque el partido no va a poder estar preparado como hacemos habitualmente. Queremos jugar, queremos ganar por supuesto, pero somos conscientes de que es complicado saber el nivel real que podamos tener ahora mismo”.

Pendiente de los tres partidos que tiene que recuperar —el día 9 de febrero en Castelló y el 13 y el 16 en A Coruña contra Prat y Alicante—, el Leyma ha bajado hasta la décima plaza de la LEB Oro con su balance de siete victorias y siete derrotas. También tiene siete triunfos, aunque un partido perdido más, el Almansa, que marcha séptimo. Importante partido, pero complicado por el rival y las circunstancias. Motivos que hacen que el técnico naranja se encomienda al calor del público local, que va a necesitar tanto su equipo. “Confío en que la afición. Evidentemente han sido semanas difíciles para nosotros, pero para ellos también porque quieren estar con el equipo. Seguro que, tras todo este tiempo, nos van a recompensar como siempre con el apoyo a los jugadores, que lo van a necesitar realmente, probablemente más que nunca. Intentaremos dar lo mejor de nosotros para que ellos se sientan orgullosos y estén con el equipo”.