El Deportivo Liceo afronta una semana decisiva en cuanto a la resolución de la segunda vuelta. Y eso que esta solo acaba de empezar. Los duelos y de forma seguida contra el tercero, el Lleida, y el sexto, el Calafell, que visitan el Palacio de los Deportes de Riazor esta noche (21.00 horas) y el sábado (20.00) podría dejar prácticamente sentenciada la segunda posición en favor de los verdiblancos. Ahora mismo es el objetivo más real para el equipo que dirige Juan Copa, a diez puntos del Barcelona, aunque con un partido menos. Juan Copa seguirá sin poder contar con la plantilla al completo. Maxi Oruste no se ha recuperado de la pubalgia que lo mantiene en el dique seco desde el pasado mes de noviembre, como también los problemas en el un codo mantienen a Jordi Adroher en este 2022 en la enfermería. En la lista entrará, en vez de Nanu Castro, el también canterano Fran Torres.

Si esta noche gana al Lleida, el Liceo dará un paso de gigante para apuntalar la segunda posición de la fase regular, que otorga el factor cancha en el play off por el título hasta la final, pero además se pondrá a siete puntos del Barça, que el fin de semana tiene uno de sus compromisos más complicados de la segunda vuelta porque le toca recibir a un Reus en forma con la incorporación del internacional Sergi Aragonés. Sería esta una gran semana para el Liceo si hace pleno de seis puntos y piensa en el primer pinchazo de su máximo rival. Pero eso de momento es un ejercicio de ciencia ficción. Primero está lo que pueda ocurrir esta noche en A Coruña, que no es poco.

El Lleida ya no es ninguna sorpresa. Campeón en tres ocasiones de los últimos años de la Copa CERS, marcha tercero y es uno de los equipos a tener en cuenta para todo. Primero, porque tiene una base sólida de jugadores que se conocen a la perfección y que ya llevan muchos años a las órdenes de Albert Folguera, que les ha sabido imprimir una enorme competitividad. Desde la portería, con un Martí Serra confirmado entre los grandes con su llamada por la selección española para el pasado Europeo, pasando por el crecimiento de los jóvenes Enric Duch, Jordi Badía y Sergi Folguera; la estabilidad de Joan Cañellas; la veteranía del capitán Andreu Tomàs y el gol de Jepi Selva y Oriol Vives —ambos parten con 14 cada uno—.

A todos ellos hay que sumar la polivalencia de Bruno di Benedetto. El tercer miembro de la saga de los hermanos franceses se fue hace dos años del Liceo para buscar más protagonismo. Lo tiene en el Lleida, donde ya había jugado y se siente a la perfección en todas las partes de la pista. Y lo demostró también en el Europeo, donde la selección de su país dio la campanada al colgarse la plata —casi el oro, que fue para España—, en buena medida gracias a su actuación y a la de sus dos hermanos, Carlo, delantero del Porto —también ex del Liceo— y Roberto, al que se enfrentará esta noche.

Los ilerdenses suman 30 puntos con nueve victorias, tres empates —Liceo, Noia y Palafrugell — y dos derrotas —Barça y Calafell—. Un partido menos ha perdido este curso el Liceo, que solo cedió en el encuentro disputado en el Palau Blaugrana, además de dos empates, uno en la pista del Noia y otro precisamente en la del Lleida en la primera vuelta, un aviso y anticipo de lo que se podrá ver esta noche en A Coruña. Los verdiblancos, sin la contundencia que está demostrando que el conjunto azulgrana, que encadena una goleada tras otra, sí se está llevando a cabo una temporada muy práctica. Lo importante es sumar y llegar al final del año en las mejores condiciones. Sus jugadores, pese a las bajas, cada vez están en mejor forma y un ejemplo es el del capitán David Torres, con once goles en los últimos 4 partidos.