El Liceo manda la pelota al tejado del Barcelona. Los verdiblancos ganaron ayer al Calafell, una victoria sufrida y bien trabajada, y firmaron una semana perfecta de seis puntos que le deja a solo cuatro del líder. El conjunto culé recibe hoy al Reus en un encuentro que puede ser decisivo de si hay o no pelea por la primera plaza de la fase regular. El conjunto coruñés ya puso su parte. Ahora solo puede sentarse y esperar.

No tenía una semana fácil el equipo dirigido por Juan Copa, que recibía en el Palacio al tercer y al sexto clasificado con solo cuatro días de diferencia. Y los dos partidos los tuvo que luchar hasta el final. Si contra el Lleida siempre fue por delante pero metió distancia en los últimos minutos, frente al Calafell le tocó remontada. Porque los visitantes le dieron la vuelta al 2-0, se pusieron 2-3 y obligaron al Liceo a un ejercicio de carácter y entrega en la segunda parte para dejar los tres puntos en casa.

Y eso que el partido había empezado de la mejor forma. No había transcurrido ni el primer minuto y David Torres ya había hecho la jugada de todos los últimos partidos. Lo buscan al primer palo y el capitán la manda a la red. El Liceo amplió la ventaja por medio de Marc Grau. Pero había perdido el control del partido. Joan Escala y Sergi Miras, este de penalti, lo certificaron con el empate. Y antes del descanso, Arnau Xaus culminó la remontada. El Liceo necesitaba reaccionar y el paso por vestuarios le vino bien. Subió una marcha y con el ritmo que imprimió en la segunda parte solo era cuestión de tiempo que cayeran los goles. Le anularon uno a Torres, pero el siguiente ya estuvo fuera de toda duda. Como la directa de Adroher. Ya a puerta vacía, con el Calafell sin portero buscando el empate, Grau sentenció.