El Leyma se proclamó campeón del Trofeo Teresa Herrera al derrotar por 87-79 al Burgos, uno de los candidatos al ascenso, en un partido tenso, nada amistoso, que demuestra que los naranjas llegan bien preparados al inicio del curso, que será la semana que viene en Azpeitia. Aleix Font se llevó, además, el premio al mejor jugador.

Y eso que Lottana Nwogbo asumió el protagonismo inicial. Con la ausencia de Diagne —por cuyo padre se guardó un minuto de silencio— era el único cinco disponible. Aprovechó los minutos con 12 de los 16 puntos iniciales (16-16) de unos locales que se mantenían en el marcador pese a que el Burgos estaba más acertado en el triple y al que un pequeño arreón al final del primer cuarto le dio ventaja (18-23).

Peores sensaciones se vivieron en el arranque del segundo. El Leyma se atascó, con pérdidas que propiciaban canastas fáciles. Con 22-29 paró el juego el técnico naranja y mejoraron los coruñeses. Llegó su primer triple (Barrueta, a los 15 minutos) y se pusieron a dos (29-31). Pero hacían la goma porque un parcial de 0-7 les volvía a poner contra las cuerdas. Antes del descanso, una serie de técnicas y antideportivas metieron de nuevo al Leyma (41-41).

Y no desaprovechó la ocasión. En el tercer cuarto los de casa fueron más agresivos, se sirvieron de la anotación de Filipovic, Lundqvist y Font en el perímetro y de Galán en la pintura para responder a cada golpe burgalense e incluso ser quien se fuera con ventaja a los últimos diez minutos (62-59). La ambición naranja frente a su público fue decisiva. Mahalbasic intentaba tirar del Burgos pero Font y Flipovic se repartían las canastas dando rienda suelta a toda su clase. El último cuarto terminó con técnicas y tiros libres que afianzaron la victoria local.

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Celebración de las Bodas de Plata del Leyma Coruña con homenajes a presidentes, entrenadores y socios Víctor Echave

Celebración de las Bodas de Plata naranjas

Desde Enrique Vázquez Caruncho hasta Roberto Cibeira en la presidencia. Desde Javier Castroverde hasta Diego Epifanio en el banquillo. Y desde Cheché Bujía hasta los más de mil socios que en la actualidad tiene el Básquet Coruña. El club naranja celebró ayer sus Bodas de Plata, un 25 aniversario un tanto retrasado —el origen se remonta a 1996—, pero que entre pandemia y restricciones hizo necesario esperar un poco más por la fiesta. En el descanso del Teresa Herrera, saltaron a la pista la mayoría de los protagonistas de la historia. Y los que no pudieron asistir —en redes sociales se disculparon algunos de los entrenadores recientes como Miguel Ángel Hoyo, Antonio Pérez y Antonio Herrera, que por motivos profesionales se perdieron el homenaje— estuvieron también presentes. La grada se puso de pie para reconocer el trabajo de los pioneros de una institución ya con un enorme bagaje, pero que mira con ambición al futuro.