Hockey sobre patines - Liga Europea

2-4 | Un Barça-Liceo nunca es un trámite

El equipo coruñés perdió un clásico de nuevo marcado por los momentos calientes

Primera derrota de 2024 del Liceo en un partido que se presentaba intrascendente contra el Barça, ya campeón uno, ya eliminado otro, pero que se calentó por momentos porque un clásico nunca es un trámite. A los verdiblancos se les negó el honor, pero estos demostraron que pueden lucharle de tú a tú a su gran rival. Perdieron de dos goles, pero el último llegó sobre la bocina y a puerta vacía. Les faltó más acierto. También vivieron de una segunda parte inmensa de Tiago Rodrigues. Premio, en fin, de consolación. Ahora le toca pensar en el Girona. El domingo. En búsqueda de la sexta victoria seguida en liga e incluso de la segunda plaza. Todavía queda mucho por lo que luchar.

El Barça avisó en la primera jugada. Quiso probar a Tiago Rodrigues, a ver si su inactividad en los últimos partidos, en los que cedió la titularidad en favor de un inspirado Martí Serra, le había hecho mella. Respondió bien el meta portugués. El Liceo respondió, sobre todo mediante sus capitanes, los que guían siempre las acometidas. Las fuerzas estaban igualadas, pero los culés tienen más pegada. Necesitaron muy poco para ponerse por delante. Una jugada de combinación que llegó a un segundo palo donde estaba muy solo Marc Grau, tanto que solo necesitó empujarla a la red. Minutos después fue Ignacio Alabart el que dejó constancia de su clase. Lo hace cada vez que toca la bola, con esa elegancia y la cabeza bien alta. El coruñés arrastró tras de sí a la defensa verdiblanca para hacerse hueco a su disparo cruzado para el 0-2 que dejaba frío a un Palacio congelado.

Tangana

Lo calentó la bronca que parece que no puede faltar en un partido entre ambos. Da igual que no haya nada en juego. La tensión siempre está presente. Una falta dura de Guido Pellizzari provocó las protestas de todo el banquillo culé. Más cuando pasado ya un tiempo, Eloi Cervera se cayó al suelo como si hubiera un francotirador en el techo del Palacio de los Deportes de Riazor. Los verdiblancos protestaban la simulación, en el corrillo hubo más que palabras y también se fue al suelo Pablo Cancela, doliéndose de un golpe de Sergi Fernández. El portero volvía a ser protagonista negativo después de marcharse con una roja por agresión en el último partido del play off del curso pasado. Los árbitros lo dejaron pasar todo.

Tocaba enfriar el ambiente y calmar los nervios. Todavía quedaba mucho y era posible remontar. Los mejores minutos en ataque coincidían con Fabrizio Ciocale sobre la pista. Porque cuando el argentino metía el motor, nadie podía seguir su ritmo. Se iba por velocidad con facilidad de los jugadores vestidos de azul y grana. Suya fue una contra en la que con clarividencia vio a Sito Ricart Su disparo pegó en el travesaño la bola salió despedida hacia el suelo, pero por centímetros, fuera de la línea de gol. Fue la mejor ocasión liceísta de una primera parte en la que el Barça amenazó a la contra y en la que los locales insistieron pero sin el punto de mira acertado.

Segundo tiempo

El primer tiempo había sido más táctico y en el segundo se rompieron un poco más los esquemas. El Liceo forzado, porque tenía que buscar al menos un gol que le metiera en el partido. Llegó con un disparo raso de David Torres, desde lejos, sin demasiada potencia, pero que pilló por sorpresa a Sergi Fernández, también tapado por muchas piernas. La bola se coló. Aunque la alegría duró apenas unos segundos, los que tardó Ignacio Alabart en anotar el tercero, de nuevo solo en el segundo palo.

Juan Copa cogía en la banda a Fabrizio Ciocale para explicarle el error. El argentino reaccionó con una gran personalidad. Aguantó el chaparrón y salió a morder inventándose un gol con un potente disparo que celebró con garra. Esta vez el Liceo aguantó mejor, unas veces gracias a las intervenciones de Tiago Rodrigues, en especial una triple parada, casi solo ante el peligro. Otra en una salida en el uno contra uno de Grau. En otras cuatro ocasiones le ayudó el palo. A tres disparos de Pau Bargalló. A Otro de Ignacio Alabart. El conjunto local sobrevivió pero la puntilla la puso una jugada final en la que a cinco segundo César Carballeira recibió azul y Grau, a puerta vacía, sentenció con el cuarto.