Baloncesto

El Leyma festeja el ascenso con su marea naranja

El equipo ofreció el título de campeón de LEB Oro a miles de aficionados en Riazor

Daniel Abelenda Lado

Daniel Abelenda Lado

“Hicimos historia, familia”, exclamó el capitán del Leyma, Álex Hernández, ayer en la explanada de Riazor. A Coruña vivió su primer día como ciudad ACB. El éxito vivido el viernes no fue un sueño, sino una realidad. Y muchos aficionados volvieron a sonreír por la mañana al asimilar que el equipo se codeará con los más grandes del baloncesto nacional en solo unos meses. De ese júbilo por el futuro inmediato a la alegría que desprendió la ciudad durante toda una jornada repleta de celebraciones por el éxito logrado. De Alvedro a María Pita y, de ahí, al Palacio de los Deportes de Riazor, O Forno se expandió a gran escala para vibrar con el ascenso.

La fiesta arrancó desde primera hora. El aeropuerto de Alvedro se llenó de banderas, bufandas y camisetas naranjas que dieron la bienvenida al avión que trajo de vuelta al equipo tras la gesta obrada en Melilla. El pasillo triunfal a la plantilla, el cuerpo técnico, directivos y el reducido núcleo de aficionados que viajaron a la Ciudad Autónoma fue el presagio de una celebración que prometía iluminar toda la ciudad por la tarde.

María Pita fue la siguiente parada de la expedición. El autobús del equipo irrumpió en la plaza para desembarcar a los campeones de LEB Oro para el acto protocolario en el Ayuntamiento, donde recibir las felicitaciones de toda la Corporación. En el salón de plenos hablaron el capitán, Álex Hernández, el entrenador, Diego Epifanio, y el presidente del club, Roberto Cibeira. “Estamos muy contentos y orgullosos de entregar este trofeo y poder representar a la ciudad al máximo nivel”, reconoció Hernández.

Epi trasladó su reconocimiento al personal que trabaja en el Palacio y pidió a los grupos políticos estar a la altura para apoyar al club en esta andadura en la máxima categoría. Roberto Cibeira recalcó la necesidad de “remar todos juntos” para competir en ACB y aprovechar la visibilidad de la categoría. “Necesitamos a nuestros aficionados, a nuestra cantera, a las empresas, los patrocinadores y las instituciones. Es un proyecto de ciudad”, indicó Cibeira. La alcaldesa Inés Rey prometió trabajar juntos para atender las necesidades del club.

Así fue el recibimiento al Leyma Coruña en Alvedro

Silcerino

El acto institucional terminó con la entonación del himno del Básquet Coruña, un gran preludio de la fiesta que ya se desarrollaba a esa hora en la explanada de Riazor. Allí, el speaker del equipo, Sergio Tomé, y el aficionado de Tsunami Naranja, Gabriel Barreiro, Berrallouco, amenizaron la tarde a más de un millar de aficionados, a la espera de la llegada del equipo. El autobús se hizo de rogar, pero levantó los ánimos de la parroquia naranja cuando emergió escoltado por Leymita. Uno por uno, desfilaron por el escenario todos los integrantes del club. “Barça, Madrid, ya estamos aquí”, cantó el médico, Carlos Lariño, a coro con los aficionados.

No tardaron en hacerle el pasillo a Epi, que se emocionó al tomar el micrófono y reconocer el trabajo de sus compañeros en el banquillo. Con cánticos de “Epi, quédate” desde el foso, el técnico dijo sentirse afortunado “de entrenar a estos monstruos”. Los mismos cánticos se repitieron para Roberto Cibeira, que entró junto al resto de directivos del club.

La pasarela de superestrellas culminó con los protagonistas del parqué. En primer lugar, los vinculados del Xiria Valentín Carrizo, Nahuel Peña y Santi Martínez. Luego, los del primer equipo: Sebastian Aris, Ingus Jakovics, Goran Huskic, Olle Lundqvist, Atoumane Diagne, Pablo Hernández, Aleix Font, Yunio Barrueta, Sean Mc Donnell, Álex Galán, Beka Burjanadze y Álex Hernández. Solo faltaba la copa de campeones, que saltó al escenario en manos del presidente. Solo faltaba el confeti y descorchar las botellas de cerveza, una responsabilidad que recayó en Barrueta.

“Se decía que en A Coruña no interesaba el baloncesto, pero habéis demostrado que sí”, señaló Álex Hernández nada más tomar la palabra y antes de clamar que “A Coruña es ACB”. Entre los agradecimientos y “besotes” de Barrueta a la afición llegó el emotivo mensaje de Burjanadze. “Se cerró un círculo superespecial para mí”, reconoció el georgiano. “Este año se va a quedar en mi memoria toda la vida”, comentó Huskic. No faltaron las canciones. Pablo Hernández entonó Vivir na Coruña. Álex Galán, que ensayó para la ocasión, comandó a capela el himno del club con el que se puso el colofón a la primera tarde del Leyma como equipo de ACB.