Emma Ordóñez se despide del Zalaeta: “No es fácil irse de casa”

La jugadora del conjunto coruñés deja el club en el que ha militado seis temporadas en dos etapas diferentes para fichar por el Aguere tinerfeño

Emma Ordóñez, durante un entrenamiento esta temporada con el Zalaeta. |  // CASTELEIRO / ROLLER AGENCIA

Emma Ordóñez, durante un entrenamiento esta temporada con el Zalaeta. | // CASTELEIRO / ROLLER AGENCIA

Marcos Otero

Marcos Otero

“Me llevo una familia deportiva”, subraya Emma Ordónez (Boiro, 1999) en su despedida de la que ha sido su “casa” durante seis años. Los dos últimos ha sido la jugadora de referencia de un Zalaeta que peleó por el ascenso a la máxima categoría a pesar de las dificultades, pero ya había militado cuatro temporadas en el equipo del barrio de Las Flores en una etapa anterior. Ahora buscará nuevos retos en el Aguere tinerfeño, que probablemente se cruzará en el camino de las coruñesas el curso que viene.

Marcharse de “casa” no resulta sencillo, y más después de una temporada en la que el Zalaeta luchó por el sueño de alcanzar la Liga Iberdrola. “Fue una decisión bastante difícil, pero también me apetecía probar cosas nuevas como jugadora y salir un poco de mi zona de confort, porque a Zalaeta yo la considero mi casa”, justifica. “A pesar de que ha sido un año fantástico, de los mejores de mi carrera sin duda, me apetecía probar cosas nuevas. Me da mucha pena, porque nunca es fácil irse de casa, pero creo que puede ser algo muy positivo en mi carrera deportiva”, añade.

Ordóñez, con experiencia en la máxima categoría del voleibol femenino, decidió reforzar a un equipo de Superliga 2, la misma en la que compite el Zalaeta. “Aunque sea en la misma categoría, el Aguere tiene interés por ascender y está haciendo un equipo muy competitivo por conseguir una de esas plazas de ascenso. El hecho de competir con ese objetivo y con la posibilidad de quedarme allí si se consigue el ascenso es un poco más de nivel en el sentido de ponerse objetivos más ambiciosos”, expone.

La meta en su nuevo destino será alcanzar la Liga Iberdrola, un objetivo que persiguió con el Zalaeta hace menos de un mes en la fase de ascenso. “Tengo esa espinita porque lo vi muy cerca. Ascender al equipo al que consideras tu casa hubiese sido fantástico. Al final no se dio, pero eso no quiere decir que no esté súper orgullosa y súper contenta de la temporada que hemos hecho”, subraya sobre la temporada del equipo.

Lo más probable es que Emma Ordóñez se reencuentre el curso que viene con el conjunto en el que ha jugado seis temporadas. Será especial, sobre todo el regreso a un pabellón que conoce bien. “En principio si todo va como lo esperado me tocará jugar en el barrio de Las Flores, pero esta vez como rival. Será un cúmulo de muchas emociones, porque no es lo mismo tener enfrente a la que ha sido tu grada durante seis años. Son sentimientos encontrados, porque será emotivo”, reconoce.

El Zalaeta afrontará ahora el reto de encontrar una jugadora tan determinante como Ordóñez en su plantilla para la próxima temporada. “No tengo ninguna duda de que el Zalaeta sacará un proyecto competitivo y ambicioso y que nos dará mucha guerra si nos enfrentamos”, vaticina.

Ella buscará seguir progresando con otra exigencia y con toda la experiencia acumulada en el club coruñés. “Tengo 25 años, pero a pesar de ser joven tengo esa veteranía. Todavía me queda por mejorar aunque tenga esa experiencia en la categoría. Creo que este año fuera de casa me va ayudar a crecer lo que me falta como jugadora para poder dar ese salto de calidad”, reflexiona.