El segundo técnico del Rayo Vallecano, Jesús Muñoz, posiblemente sea un nombre que no le diga mucho a los aficionados deportivistas, pero al igual que Paco Jémez tiene pasado blanquiazul. Muñoz compartió vestuario con Valerón, Manuel Pablo o Duscher durante la temporada 2005-06, pero solo participó en un encuentro oficial. Fue el 26 de febrero de 2006, contra Osasuna, en el Reyno de Navarra, donde sustituyó a Arizmendi a falta de 16 minutos para el final.

Pese a su paso fugaz, guarda un buen recuerdo de su estancia en el Deportivo. "Fue un año muy bonito, la ciudad me encantó y fue un privilegio estar con un grupo de esa índole", rememora el exfutbolista castellano. Firmó "por cuatro años", pero no tuvo suerte: "Me fui al Zaragoza, se ascendió y pensé que tendría la ocasión de jugar (con el Dépor), pero no pudo ser". "Debuté en Pamplona, pero después ya no tuve más opciones", reseña el jugador, que admite que aunque "en las pretemporadas" se encontraba "muy a gusto", luego "a la hora de la verdad no jugaba".

Aún así, no le guarda rencor ni al club ni al que era entonces técnico blanquiazul, Joaquín Caparrós, que siempre elogió la gran profesionalidad de Muñoz: "Siempre me he exigido lo máximo y nunca nadie se ha podido quejar de mi entrega".

Esa misma dedicación y autocrítica la esgrime ahora como mano derecha de Paco Jémez, viejo conocido de Muñoz. "Primero fuimos compañeros en Zaragoza y luego fue mi entrenador en el Alcalá de Henares", subraya el exfutbolista. "Las circunstancias de la vida hicieron que este verano estuviésemos en contacto y cuando surgió la posibilidad (de que Paco entrenase al Rayo) me lo comentó y yo encantado", comenta Muñoz, que se deshace en elogios hacia el técnico. "Está demostrando por qué su progresión ha sido tan rápida" relata.

El partido del sábado ante el Deportivo será "especial" para él y asegura que saludará a "viejos compañeros", aunque no se olvida de otros profesionales como "utilleros o fisios" con los que compartió "buenos momentos".