El análisis de los administradores concursales sobre las propuestas de convenio presentadas por el Deportivo y Hacienda -no vinculante para el futuro del club coruñés- pasará a los anales del derecho mercantil. Julio Fernández y Francisco Prada suscriben un documento en el que, tras reconocer que el plan de Hacienda supone un gran riesgo para el club si en dos años no asciende a Primera, recomienda sin embargo su aprobación con el argumento de que este convenio draconiano siempre podría renegociarse. Los administradores no suelen recomendar la firma de un convenio con semejante peligro de incumplimiento, que conllevaría la desaparición de la sociedad. Pero Fernández y Prada aconsejan una singular fórmula consistente en anudarse voluntariamente la soga al cuello para pedir socorro dentro de tres años. ¿Qué sentido tiene firmar un convenio que puede arrastrarte al abismo en tan poco tiempo? ¿No será más razonable sacar adelante uno que proporcione un horizonte de tranquilidad? En su afán de velar por los intereses de Hacienda, los administradores se olvidan de que no es el único acreedor del Deportivo. Los representantes de AD Cryex parecen ignorar que el convenio que se apruebe en la junta de acreedores no se puede renegociar. Es de obligado cumplimiento. Otra cosa es la negociación de la deuda privilegiada con Hacienda. Pero si se aprueba un convenio tan duro como el que propone la Agencia Tributaria, cualquier acreedor ordinario podría poner en peligro la supervivencia del club si se incumple. Es decir, con gran probabilidad, incluso subiendo a Primera, a partir del tercer año.

Los administradores, que aún no han explicado si el lapsus de la enorme deuda privilegiada que otorgaron a Hacienda sin que le correspondiera -y que el juez les obligó a rebajar notoriamente- fue por vulnerabilidad a las presiones o por defecto profesional, se abonan en su última tesis a la teoría del pánico. Se convierten en caja de resonancia de una amenaza nada velada según la cual Hacienda ejecutaría al Deportivo si no se aprueba su propuesta de convenio en la junta de acreedores. Amenaza que Hacienda, por otra parte, nunca ha esgrimido. ¿Por qué iba a hacer Hacienda en A Coruña algo que no ha hecho en ninguna ciudad de España? ¿Es que la Agencia Tributaria no tiene un criterio único? Estos mismos días se ha conocido el alborozo del Rayo Vallecano, que ha cerrado un convenio favorable tras dos largos años de proceso concursal, que sacaron adelante con el apoyo de Liga y AFE -como todos los convenios del fútbol español- y sin la adhesión de Hacienda. ¿Se echaron la mano a la cabeza allí los administradores?. No. Dijeron en Marca que fue "un éxito rotundo". ¿Acudió presta Hacienda a fulminar al Rayo?. Por supuesto que no. Negociará con el club vallecano, como es lógico, que tiene las manos más libres tras dejar atado un convenio que no es una espada de Damocles. Como ocurrirá aquí, si prevalece la cordura.

Tras el acuerdo con los principales acreedores ordinarios y las avanzadas negociaciones con los bancos, podría quedar resuelto un 70% de la deuda. No se comprendería que Hacienda como titular en ese caso de una deuda minoritaria no se mostrara razonable, como sí se mostró con tantos clubes españoles, entre ellos el Celta. Salvo que existiera un oscuro interés político impulsado desde la propia ciudad. El Dépor y Hacienda están citados para este próximo lunes. Esperemos que sea el inicio de una negociación de verdad.