Jorge Mendes, el agente futbolístico más influyente del mundo, se trasladó el pasado lunes a A Coruña para cenar con Lendoiro, con el que departió durante casi cuatro horas. El encuentro viene a desmentir la información publicada recientemente en un periódico, que afirmaba que el poderoso representante de jugadores había roto sus estrechas relaciones con el presidente blanquiazul. El contenido de esta reunión no ha trascendido, pero es lógico pensar que se circunscribió a posibles refuerzos del equipo blanquiazul en enero.

Mendes, responsable en buena medida del resurgimiento de equipos como el Mónaco en la liga francesa o el Atlético de Madrid en la española, se ha convertido en una tabla de salvación también para el Valencia. El superagente portugués es un nombre clave en el nuevo panorama de fondos de inversión que manejarán el tránsito de futbolistas en los próximos años, ante la crisis que limita la capacidad de fichaje de los equipos. La operación de Bruno Gama, que permitió ganar un millón y medio al Dépor, es un ejemplo.