El partido entre el Atlético de Madrid y el Deportivo nunca debió empezar. Así lo aseguraron varios futbolistas y aficionados del equipo coruñés, a pesar de que estaba declarado de "riesgo cero" por el Comité Antiviolencia. Los dirigentes de los principales organismos del fútbol español justificaban que el encuentro se disputase, aunque la Liga del Fútbol Profesional (LFP), organismo encargado de la organización del campeonato, aseguró inicialmente en una nota oficial que su primera intención había sido la de suspender el encuentro. "La LFP ha sido firme en su intención de suspender la disputa del encuentro sin que haya sido posible". La justificación que encontraron desde la patronal del fútbol español es que no fueron capaces de localizar a ningún representante de la Federación Española de Fútbol (FEF), de que quien dependen directamente los árbitros.

El secretario general de la FEF, Jorge Pérez, respondió al máximo mandatario de la patronal de los clubes que ellos se habían enterado de la gravedad de la reyerta con escaso margen de tiempo para suspender el encuentro. "Once minutos antes del inicio del Atlético Madrid-Deportivo, Victoriano Sánchez Arminio (presidente del Comité Técnico de Árbitros) recibió una llamada de la Liga de Fútbol Profesional y otra del colegiado del partido. Se lo comunicó a un miembro de la RFEF y, al estar el estadio lleno y quedar poco tiempo, por motivos de seguridad y de orden público, se consideró que podía ser contraproducente suspenderlo", explicó el secretario general de la FEF. Motivos de seguridad, falta de tiempo, incluso otro argumento de menos peso, como el que expuso Tebas en los micrófonos de la COPE: "Ha venido a pegarse. Si hubiese sido un aficionado normal que viene a ver a su equipo, hubiéramos suspendido la jornada". Fue la opinión más contundente de cualquier representante mientras Jimmy se debatía entre la vida y la muerte en un hospital de la capital de España.

Tampoco Tino Fernández, presidente del Deportivo, ni Enrique Cerezo, presidente del Atlético, acertaron a justificar que el encuentro se llegase a disputar. Ambos explicaron de forma conjunta su opinión en la sala de prensa del Calderón. "Es una noticia dramática y trágica. Animo a la familia de la persona" -en un momento en el Jimmy se debatía entre la vida y la muerte-. "Nos ponemos a disposición de la familia y los amigos de esta persona para ayudar en todo lo que podamos", comentó el máximo mandatario deportivista que aseguró que se había enterado de la pelea "cuando el equipo salía desde el hotel hacia el Vicente Calderón", aproximadamente sobre las diez y cuarto de la mañana. Nadie en ese momento sabía exactamente el alcance de lo que después se convirtió en tragedia con la muerte de Jimmy. Nadie más habló sobre la posibilidad de suspender el encuentro. Todo lo demás fue justificarse y repudiar la pelea de ayer en las proximidades del Manzanares y también del estadio.

"El fútbol es el fútbol y no tiene nada que ver con este incidente que se ha producido lejos del estadio y lejos de lo que es un partido de fútbol", aseveró Enrique Cerezo, queriendo desmarcarse del acto que habían cometido integrantes del Frente Atlético, el grupo ultra del equipo que preside y cuyos componentes pudieron entrar posteriormente al interior del estadio, mientras que los Riazor Blues eran retenidos para ser interrogados. Antes de finalizar su alocución, Cerezo quiso "recalcar que ni el Deportivo ni el Atlético de Madrid nada tienen que ver con estos hechos, que lo único que hacen es entorpecer un partido de fútbol. Se juntan para esto", insistió.

Al contrario que su presidente, Miguel Ángel Gil Marín, director general del equipo colchonero, fue mucho más contundente a la hora de hablar de algunos de los integrantes del Frente Atlético. "Entre esos cuatro mil -integrantes del Frente Atlético- siempre te encuentras algún hijo de puta", apuntó el dirigente rojiblanco. "Si alguien es capaz de poder identificar a quien lo ha hecho, por favor que lo denuncie, porque es muy importante que los responsables terminen en la cárcel. Por otro lado, que toda la gente del fútbol nos unamos para intentar evitar que se repitan estas desgracias", culminó. "Es repugnante, esta gentuza no tiene cabida en el fútbol. Solo espero que identifiquen a los responsables".