Sin que la hinchada ni mucho menos el equipo que dirige Gaizka Garitano hayan asimilado todavía su marcha al Arsenal, Lucas Pérez volvió a pisar ayer la ciudad deportiva de Abegondo. Han pasado algo más de dos meses desde que lo hiciera por última vez como jugador deportivista antes de poner rumbo a Londres para alistarse en el conjunto de Arsene Wenger -"un club increíble", dijo- que le ha abierto las puertas de la Liga de Campeones, de aspirar al título de la Premier League y quién sabe si de alcanzar la selección.

Ahora sigue al Deportivo desde Inglaterra como hizo antes desde Ucrania o Grecia. "No tengo nada que esconder. Soy del Deportivo como siempre. Lo era en Ucrania, en el Rayo, en Grecia o en el Arsenal", proclamó ayer después de entrenarse en la ciudad deportiva de Abegondo con permiso del conjunto inglés para no interrumpir el proceso de recuperación de la lesión de tobillo que padece.

Lucas es ahora un aficionado más del conjunto blanquiazul, preocupado también por el discreto arranque de temporada de los que hasta hace no mucho eran sus compañeros de vestuario. Su receta para superar el bache pasa por la "paciencia" y por confiar en el proyecto encabezado por Gaizka Garitano. "El Deportivo empezó bien y fue algo a menos, pero hay que tener paciencia, está también la lesión de Joselu, he visto el último partido, he celebrado el gol de Babel, nos lo anulan, han pasado una serie de cosas y todo eso merma", reflexionó.

Lucas también recomendó no depositar todas las esperanzas en Joselu, su reemplazo en la plantilla tras su partida a Londres. "Hay que tener tranquilidad con Joselu, viene de semanas de lesión y no hay que exigirle goles cuando vuelva. Es un gran jugador, hay que dejar que recupere el tono físico, que se meta en el grupo", indicó.