El Osasuna de Joaquín Caparrós no levanta cabeza. La derrota de ayer en Riazor lo mantiene hundido en la zona baja de la clasificación. Lo sabe su técnico, que espera que "el año termine pronto" para "empezar una dinámica nueva" en 2017 y traer nuevos jugadores que le den nivel al equipo.

Cree Caparrós que su grupo "trabaja bien durante la semana". Pero eso parece no ser suficiente sobre el terreno de juego. "En una jugada a balón parado te rompen todo lo que has trabajado y remar es complicado", se lamentó. Asegura que el Osasuna ha tenido problemas en el último pase y eso lo ha lastrado. "Hemos cambiado el dibujo, lo hemos intentado y no pudo ser. El Dépor tiene muy buen equipo", analizó.

En el descanso, avisó a sus pupilos de que "un gol los metería en el partido". "Hemos salido a intentarlo pero el Dépor tiene jugadores con mucha calidad individual y es difícil", explicó el técnico, que considera que el primer gol encajado llegó por "falta de concentración". "Estamos todos fastidiados pero deseosos de romper la dinámica", comentó optimista.

Preguntando por su regreso a A Coruña, Caparrós confesó que es "emotivo" volver a la que fue su casa durante dos años. "Disfruté de una ciudad y una afición espectacular"; añadió. Y sobre su exequipo, el Deportivo, dijo que lo ve "muy bien" y "con jugadores muy dinámicos".