Celso Borges sigue entre algodones por el esguince de tobillo que sufrió en el entrenamiento del martes en Abegondo. Ayer no salió al césped con sus compañeros, aunque conserva esperanzas de poder entrar en la lista de convocados para la visita de mañana a Leganés. Hoy hará una prueba en Riazor y, dependiendo de sus sensaciones, decidirá junto a los servicios médicos si está o no en condiciones de competir. "Va mejor de como lo tenía. Es complicado decir para cuándo estaré pero yo me mantengo siempre muy optimista", comentó ayer el costarricense.

Esta mañana, en Riazor, calibrará cómo tiene la articulación junto al readaptador del primer equipo, Fran Molano. Ya camina con normalidad, pero tiene que comprobar cómo responde al esfuerzo ese tobillo dañado. "Haré una pequeña prueba con el readaptador y después se hará una valoración. Hay que ver las sensaciones de mañana (por hoy), a ver qué tal va. Hay que aguardar hasta el último momento", recomendó el internacional. En caso de que finalmente no esté en condiciones para ayudar, su relevo en el centro del campo será Pedro Mosquera. Con el coruñés como acompañante de Guilherme dos Santos en el doble pivote probó el técnico deportivista en el entrenamiento del miércoles en Abegondo. Mosquera empezó la temporada con la intención de ser uno de los grandes pilares del equipo. Sin embargo, su rendimiento no fue el esperado y tras la jornada 12 perdió la titularidad. Desde entonces, ya no volvió a jugar desde el inicio en el campeonato de Liga.

Roef recibe el alta médica

A excepción de Borges, que es duda, el resto de la plantilla está a disposición de Gaizka para el encuentro de mañana, incluido el portero Davy Roef, ya con el alta médica desde ayer. El guardameta belga, uno de los tres fichajes contratados por el Deportivo en el pasado mercado invernal, superó el esguince de tobillo que lo mantuvo al margen del grupo en las últimas dos semanas.