El Deportivo afrontará a partir del domingo un nuevo maratón de partidos. Serán tres encuentros en siete días en los que se podría dejar allanado el camino de la permanencia en Primera División. Antes de este empacho de competición, el conjunto blanquiazul tendrá tiempo por delante para preparar una semana exigente y en la que Pepe Mel deberá administrar de nuevo los recursos de los que dispone en la plantilla.

El equipo retomará esta tarde los entrenamientos en la ciudad deportiva de Abegondo después de la doble jornada de descanso concedida a los jugadores por el técnico. Lo hará sin tres de los internacionales (Fayçal, Çolak y Borges), pero con Kakuta de regreso si los enlaces aéreos se lo permiten.

Pepe Mel comenzará así a preparar el encuentro del domingo ante el Valencia (18.30 horas) con casi todos sus efectivos. No podrá contar con la plantilla al completo probablemente hasta el jueves, pero aún así tendrá tiempo por delante para ensayar una serie de compromisos vitales para el equipo.

El entrenador deportivista ha planificado seis entrenamientos a lo largo de la semana, de manera que se trabajará todos los días hasta el compromiso del domingo en el estadio de Mestalla.

Desde su llegada hace aproximadamente un mes, el técnico ha tenido que trabajar a marchas forzadas para tratar de darle la vuelta a la delicada situación que atravesaba el equipo. Nada más aterrizar, se enfrentó al Atlético apremiado por la dolorosa derrota en Leganés que supuso la sentencia para Garitano. A partir de ahí, todo fue un maratón para Mel, que tuvo que dirigir al conjunto blanquiazul en tantos partidos como entrenamientos.

Tres días después de recibir al conjunto rojiblanco en Riazor, el Deportivo visitó El Molinón en un partido trascendental para las opciones de salvación. Un solitario gol de Mosquera sirvió para insuflar oxígeno al equipo en la tabla y al mismo tiempo aportar confianza al recién estrenado proyecto de Pepe Mel.

Sin mucho tiempo para saborear ese triunfo, el primero a domicilio en toda la temporada, el equipo debió descontar el partido aplazado a comienzos del mes de febrero debido a los destrozos ocasionados por el temporal en la cubierta de Riazor. El Deportivo recibió al Betis un miércoles después de haber jugado contra el Sporting el domingo anterior.

Un empate mantuvo la imbatibilidad de Mel al frente del equipo, que tendría tan solo tres días para preparar el siguiente partido. Fue ante el Barcelona en el estadio blanquiazul y con el derbi ante el Celta ya en el horizonte. La victoria ante los azulgrana disparó la ilusión alrededor del Deportivo, que por primera vez desde la llegada del entrenador madrileño tendría toda una semana por delante para preparar un partido.

Fue con tiempo de trabajo, sin embargo, cuando el equipo ofreció su peor cara. El Deportivo decepcionó en el derbi, pero especialmente lo hizo el planteamiento de Pepe Mel en una cita de esa trascendencia. El técnico ha aprovechado ahora el parón de selecciones para afianzar parte de sus planteamientos, hasta hace poco basados exclusivamente en lo anímico. Ante Valencia (domingo), Granada (miércoles 5) y Sevilla (sábado 8) el conjunto deportivista necesitará otro empujón como el que experimentó en el primero de los maratones que afrontó con Mel.