El Deportivo 2017-18 ya arrancó una vez certificada la permanencia del equipo en Primera División por cuarta temporada consecutiva. Desde ayer el club trabaja en la planificación deportiva. Primero toca saber si Pepe Mel seguirá al frente del equipo; después las bajas; después las altas. Tino Fernández, el presidente había dicho en abril pasado que dicha planificación "como tal" todavía no había comenzado. Ahora sí, aunque los consejeros tienen algunos frentes abiertos para saber de cuánto dinero dispondrán para mejorar la primera plantilla. La sentencia de la Audiencia Nacional sobre la recalificación de 21,7 millones de euros complicó el panorama económico del club blanquiazul, aunque los dirigentes estaban negociando un acuerdo "con muchas partes implicadas" con Hacienda. El presidente aguardaba ser positivo una vez finalizase la Liga y poder anunciar que el tope salarial aumentaría otro año más.

La decepcionante campaña del equipo obligará a la dirección deportiva a encontrar nuevos futbolistas que ilusionen a una afición cada vez más maltratada porque no recibe casi nada a cambio de toda su entrega. De los 22 jugadores que conforman la plantilla, seis están cedidos y en principio todos volverán a sus equipos de destino a excepción de Marlos Moreno, que tiene un año más de contrato. El club también está interesado en quedarse en propiedad con Guilherme y Carles Gil, pero siempre y cuando pueda asumir el coste de la operación. Para eso necesita saber a cuánto ascenderá el límite salarial. Para la temporada que está a punto de finalizar el Deportivo dispuso de 23 millones, cinco más que en el curso anterior. Esa referencia puede ser válida para la campaña venidera, aunque las negociaciones con Hacienda van a influir considerablemente en la cifra final.

Lo primero será aclarar si el entrenador seguirá siendo Pepe Mel. El madrileño seguirá según el contrato, y él dijo tras el partido de Vila-Real que confiaba en continuar, que tiene ganas de demostrar su trabajo iniciando la temporada; también había dicho con anterioridad que quiere participar también en la elaboración de la plantilla. Mel alcanzó el objetivo de salvar al equipo, pero sus números tampoco son muy halagüeños. Cierto es que se vio obligado a dirigir a un equipo acuciado por la clasificación y con necesidad de sumar para salir de la quema del descenso. Cierto que se encontró con un bloque hecho que, posiblemente, no cubriese las necesidades para implantar sus ideas. Pero también es cierto que el Deportivo fue incapaz de dar una imagen de equipo en la mayoría de sus partidos. Los encuentros frente al Atlético y contra el Barcelona fueron los mejores desde que el madrileño se hizo cargo del banquillo; después llegaron todos los demás que solo generaron decepción y confusión. Los dirigentes no tienen clara su continuidad, aunque no existe unanimidad. La continuidad del técnico también influirá en las decisiones de la dirección deportiva, tal como señaló el propio entrenador y también el presidente. Quiere aportar, no se trata de que las decisiones sean suyas.

Además, la secretaría técnica trabaja en la plantilla, en saber quién se quedará, porque además de los cedidos hay otro que finaliza contrato, Germán Lux, y otros que podrían salir dejando unos cuantos euros en las arcas. El caso más claro parece el de Juanfran, cuyo destino está en Rusia o Ucrania a cambio de una importante cantidad de dinero. La cláusula de rescisión asciende a ocho millones de euros. Tal como están los contratos de los futbolistas, el Deportivo a estas alturas de mayo está cojo en las bandas, que es donde se producirán la mayoría de las bajas. Ya está amarrado Fede Cartabia y podría seguir Carles Gil, pero los demás se marcharán a sus equipos de origen. Y a estas alturas tampoco se espera que haya muchas salidas porque la temporada fue tan decepcionante que los futbolistas con más lustre no consiguieron revalorizarse. Este club ficha para vender, pero ahora no hay jugadores que puedan dejar unos ingresos interesantes.