El peor de los escenarios se ha materializado para el Deportivo en este arranque liguero. Hay que remontarse casi cinco décadas para encontrar un inicio tan discreto y descorazonador, especialmente si se atiende a las expectativas depositadas en el proyecto durante el verano. La llegada de Lucas Pérez fue la guinda de una plantilla confeccionada para de una vez por todas dar el salto cualitativo que reclama la directiva con el presidente a la cabeza. No lo oculta Tino Fernández, que ha elevado la exigencia sin encontrar todavía respuesta por parte del equipo. Transcurridas cuatro jornadas, el conjunto capitaneado por Pepe Mel suma un punto y ha encajado once tantos, pero más preocupantes son los síntomas negativos que ofrece en su juego. Los jugadores son conscientes de ello, pero recomiendan mantener la tranquilidad y enfocarse en la búsqueda de soluciones. "No hay que buscar causas sino soluciones. Hay que tener calma y hay que saber llevar los malos resultados cuando se dan, hay que estar preocupados pero no alarmados", reflexionó ayer Borges tras el entrenamiento en la ciudad deportiva de Abegondo. Lejos de ser un conjunto reconocible, el Deportivo transita por este comienzo de campeonato sin unas señas de identidad claras. El compromiso del sábado ante el Betis abundó en la indefinición de un equipo tibio al que no se le adivinan rasgos distintivos y que da la impresión de haber malgastado la pretemporada.

Aroma a provisionalidad. Después de la derrota en el Benito Villamarín, Pepe Mel esgrimió como excusa que durante el verano apenas había podido trabajar con jugadores clave dentro de la plantilla. Esa circunstancia, argumentó, ha impedido a la plantilla asimilar los mecanismos del esquema con dos delanteros que el técnico pretende implantar. Los males de los deportivistas, sin embargo, no se reducen al ataque y poseen raíces más profundas que le dan al equipo un inquietante aroma a provisionalidad mientras se sostiene a través de individualidades y acciones aisladas.

La propuesta, una incógnita. Por más que Pepe Mel proclame que busca el protagonismo de sus jugadores sobre el césped y que prefiere alinear a los que le aporten más soluciones ofensivas, todavía no ha sido posible descifrar qué propone el Deportivo. El equipo se reduce a dos extremos imposibles de reconciliar por un centro del campo prisionero de la debilidad defensiva y la anarquía que reina en el ataque. En ese contexto, a los mediocentros les resulta imposible aportar soluciones y acaban siendo los jugadores más señalados por la mala dinámica en la que se encuentra instalado el equipo a estas alturas. Guilherme ha sido uno de los más cuestionados, aunque no es el único jugador importante actualmente en entredicho.

Jugadores lejos de su nivel. El centrocampista brasileño acumula actuaciones discretas desde el arranque de la temporada, igual que otros futbolistas llamados a tener un papel protagonista en las alineaciones. Sidnei se quedó este fin de semana fuera de una convocatoria por primera vez desde que aterrizó en el club hace tres años y Juanfran está lejos del estado de forma que exhibió a comienzos de la temporada pasada. A eso hay que sumar que los fichajes, salvo Schär y en menor medida Cartabia, todavía no han firmado actuaciones convincentes.

La plantilla rehúye el pesimismo. A pesar de las dudas del comienzo, la plantilla se resiste a resignarse a otra temporada en el alambre y recuerda que el campeonato no ha hecho nada más que comenzar. "No nos tiramos abajo nosotros ni hacemos nada con envolvernos en una nube negativa. El próximo partido se torna muy importante, sobre todo porque ya nos viene bien a todos una victoria", argumentó Celso Borges. Los dos encuentros que afrontará el equipo esta semana se presentan como claves para calibrar las opciones reales de los deportivistas, según el centrocampista. "Queremos ganar y la manera en la que se consigue es mostrando esa intensidad y esa actitud que llevamos", señaló. "Tenemos que llevar esto objetivo a objetivo, primero hacer los puntos que nos permitan salvarnos y luego buscar otras cosas. Nos está costando ganar pero no significa que no va a llegar", añadió acerca de las metas que se marca la plantilla para dejar atrás la mala dinámica en la que se encuentra instalada.