El Deportivo llevaba mucho tiempo esperando un resultado como el del miércoles para reanimarse después de un inicio de temporada decepcionante en el que solo había sumado uno de los primeros doce puntos en juego. Le siguen faltando muchas cosas y el margen de mejora todavía es amplio porque el partido contra el Alavés no despejó las dudas. Sin embargo, la primera victoria sirve para elevar los niveles de autoestima y confianza, que eran mínimos, y al mismo tiempo genera un clima de tranquilidad que hacía falta después de unas últimas semanas agitadas por los malos resultados. De momento no sale del descenso, porque el Celta y el Espanyol lo adelantaron gracias a sus empates de anoche, pero permite ver el horizonte inmediato con un poco más de optimismo. "Ganar fue importante para la confianza. Estamos felices y ahora hay que seguir. Estamos en el camino correcto", afirmó ayer Fabian Schär, uno de los futbolistas blanquiazules más destacados en este primer mes de competición.

Tanto Pepe Mel como sus pupilos necesitaban tomar aire en forma de victoria. "Es más fácil trabajar con el resultado a favor. Ahora hay que seguir", afirmó tras el triunfo el entrenador, quien a la conclusión del encuentro se encontró en el vestuario con un ambiente muy diferente al que estaba presidido por la amargura en las jornadas anteriores. Esta vez sus jugadores no se fueron a la ducha cargados de decepción sino aliviados y contentos por haber ganado, al fin, un encuentro. Tras el partido, Mel vio a sus hombres "sonriendo, hablando, con música en el vestuario". Ayer, en la vuelta al trabajo en Abegondo, también hubo momentos distendidos y muchos abrazos sobre el césped, como los que se dieron Çolak y Borja Valle, o Fede Cartabia y Bakkali, entre otros.

El Dépor todavía no ha hecho nada y le queda un largo camino por delante para alcanzar el objetivo inicial de la salvación, pero el triunfo ante el colista supone un gran impulso moral. De la depresión en el Dépor por haber completado el peor arranque de Liga desde la temporada 1968-69, cuando empezó el campeonato con cuatro derrotas, se ha pasado a la esperanza. "Era importante empezar a ganar porque solo llevábamos un punto en los cuatro primeros partidos. Es una victoria muy importante", recalcó el suizo, quien confía en dar continuidad a la victoria del miércoles consiguiendo otro buen resultado en Cornellá: "El domingo hay otro partido y estamos centrados en ese encuentro".

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El Dépor prepara su visita a Cornellá

El suizo podrá jugar el domingo

Schär augura un duelo "duro y difícil" en el campo del Espanyol, que ayer sumó un valioso punto a domicilio contra el Villarreal (0-0). "Es un equipo con calidad en ataque. Va a ser un partido duro, no solo en defensa. Tenemos que intentar jugar como el miércoles y tener la pelota. Si todo el equipo está como ante el Alavés, soy optimista respecto a conseguir un resultado positivo", añadió el defensa blanquiazul. Ayer el suizo optó por no salir al césped de Abegondo porque acabó el partido del miércoles tocado en un tobillo. Lo tenía "un poco hinchado" y sentía "un poco de dolor", pero hoy espera estar "mejor". En principio, se trata de una contusión que no le debería apartar del choque del domingo. "No creo que tenga problema para el fin de semana", aseguró Schär.

El Deportivo intentará confirmar su reacción el domingo en Cornellá con un marcador positivo que, de paso, sirva para acabar con la mala racha de resultados en las últimas visitas al campo del Espanyol. El equipo coruñés no vence a domicilio al conjunto perico desde la temporada 2006-07, cuando se impuso 1-3 con goles de Iago Iglesias, Sergio y Riki. Desde entonces, el Dépor acumula ocho desplazamientos ligueros sin ganar en el feudo del Espanyol, con un balance de seis derrotas y dos empates, el último la pasada campaña (1-1).