La semana tiene un protagonista, Pepe Mel. El nombre del entrenador está en boca del deportivismo por los malos resultados que ha cosechado el equipo en estas seis primeras jornadas de Liga. La del sábado, frente al Getafe, será la séptima y para el madrileño supondrá su segunda final. Una derrota acabaría con su trayectoria en el Deportivo, también un empate, y es posible que no tenga garantizada su continuidad aunque su equipo gane. Superó su primera bola de partido al vencer al Alavés. Un choque que aportó tres puntos al casillero del equipo blanquiazul. Parece mucho, pero en esa ocasión fue muy poco. Incluso pudo ser de más por el significado. Un triunfo hace que las dudas sobre un entrenador se disipen. Todo por el resultado. De esta forma fue como se mantuvo Víctor Fernández hasta la jornada 30 en la temporada 2014-15. El aragonés había salvado dos finales, pero en la tercera cayó.

Las palabras más escuchadas en aquella época fue que el consejo de administración, que afrontaba su primera temporada en la máxima categoría, había tardado en tomar la decisión drástica de despedir al entrenador. La victoria frente al Valencia en la octava jornada (3-0, el 19 de octubre de 2014) lo asentó en el cargo. Fue el partido del estreno de Lucas, marcó el primer gol, aunque el coruñés volvería a lesionarse en la siguiente jornada durante un encuentro contra el Espanyol. El 15 de diciembre siguiente (jornada 15) el Deportivo venció al Elche (1-0) y Fernández salvó otra vez el cuello. Pero ya no pudo hacerlo tras el empate (1-1) ante el Córdoba en la jornada 30 (8 de abril de 2015).

Cierto que el entrenador aragonés tuvo que pandar con todo lo que supuso el caso Jimmy, asesinado el 30 de noviembre de 2014 en los aledaños del Vicente Calderón, pero esa crisis -que afectó mucho más al consejo de administración- no fue la causa de que no se pudiese hacer con el vestuario, ni tan siquiera transmitir confianza a sus futbolistas. El equipo estaba en caída libre, pues no ganaba desde la jornada 22 y solo había cosechado tres puntos. El Deportivo estaba fuera de los puestos de descenso (18º), pero en una dinámica imposible de cambiar. Llegó Víctor Sánchez y sumo ocho puntos más en el mismo número de partidos. Suficientes para que el equipo ratificase la permanencia.

De hasta tres finales dispuso Víctor Fernández, Pepe Mel afronta la segunda y si la supera podría seguir, pero no es seguro. Y no parece que pueda ser un acierto. Con todo, la dirección deportiva y el consejo de administración cierran filas en torno al silencio. Richard Barral, director deportivo, fue el encargado de hablar del asunto, y lo hizo el pasado domingo en Radio Coruña tras la goleada ante el Espanyol. "No hay ningún tipo de posibilidad ahora", aseguró sobre un relevo en el banquillo. "No es el momento de hablar de cambio de entrenador; es el momento de preparar el partido contra el Getafe y de ganar de la mejor forma posible, no de cualquier manera, y de esa forma despejar dudas y coger confianza", expuso. " Es el momento de ganar de la mejor forma posible, no de cualquier manera" dijo -son dos frases mezcladas en una-. Y lo que opinó el director deportivo lo comparten algunos directivos. Viene a ser algo así como decir que por un partido -más allá del resultado- no se puede decidir sobre la continuidad de un entrenador.