Pepe Mel aprovechó el entrenamiento de ayer en Abegondo, el primero de la semana orientado a preparar el trascendental partido del sábado contra el Getafe, para cargar de ánimos y motivación a sus futbolistas en un momento especialmente delicado. Todos se juegan mucho. El que más, el entrenador, cuya continuidad depende de que el Deportivo sea capaz de vencer y convencer ante el conjunto azulón. A solo tres días vista de ese examen final, el técnico estuvo muy encima de sus jugadores para realizar continuas correcciones tácticas. Además, reunió a su plantilla varias veces para dedicarle charlas, la más enérgica al término de la sesión, con el fin de arengar a sus pupilos y trasladarles la vital importancia del choque del sábado.

"Fue una charla de motivación", explicó luego Costel Pantilimon tras esa reunión final. "Él sabe que tiene una buena plantilla y que el equipo necesita estar bien de ánimo. Él es el primero que tiene que dar ese ánimo. Nosotros confiamos en el entrenador. Sabemos que necesitamos los resultados y que tenemos que dar el 100%", añadió el portero, según el cual el técnico "no habló de su situación" a la plantilla.

El preparador madrileño estuvo especialmente fervoroso sobre el césped de Abegondo, donde centró sus esfuerzos en preparar lo mejor posible el próximo partido, con instrucciones específicas sobre las características del equipo que dirige José Bordalás. "¡Vamos a pensar en el Getafe!", gritó Mel, muy preocupado por cortar la sangría de goles encajados, nada más y nada menos que quince en seis jornadas. Para evitar que se repitan errores atrás, corrigió la posición de futbolistas como el suizo Fabian Schär y recurrió a expresiones vehementes exigiendo, por ejemplo, una mayor contundencia a los defensas en ciertas situaciones: "¡El mediapunta que vaya ahí, hay que matarlo. No hay más!".

También hubo momentos para algunos elogios, como los que dedicó con tacto a jugadores que lo necesitan como Gerard Valentín, quien ni siquiera ha debutado en partido oficial con el Deportivo, o Alejandro Arribas, que viene de completar una desafortunada actuación frente al Espanyol.

El lunes fue Juanfran Moreno, uno de los capitanes, quien desde la sala de prensa de Abegondo aseguró que la plantilla blanquiazul está "a muerte" con Mel. Tras disfrutar el martes de un día de descanso, ayer el equipo regresó a la ciudad deportiva y le tocó a un recién llegado, Costel Pantilimon, referirse públicamente a la situación actual del Dépor, antepenúltimo tras haber sumado solo cuatro de los 18 puntos en juego. No solo respalda la labor del técnico, sino que asegura desconocer los motivos por los que su continuidad está más que cuestionada. "Está haciendo un buen trabajo, los resultados no son buenos, pero está trabajando para intentar mejorar y creo que es bueno para nosotros que continúe. No hay debate. Intentamos trabajar fuerte y corregir errores. Todos somos responsables. Ganamos y perdemos todos", manifestó el portero internacional.

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El Deportivo vuelve a Abebondo tras un día de descanso

Tras la charla final con sus jugadores, Mel fue el primero en abandonar el césped. Lo hizo a la carrera, con prisas por llegar al vestuario. No es una semana cualquiera, especialmente para él. Puede ser la última del madrileño al frente del Deportivo y esa presión se traslada al día a día. La plantilla, según Pantilimon, está poniendo todo de su parte por prolongar lo máximo posible la etapa del actual entrenador en el banquillo de Riazor.

"Tenemos la misma responsabilidad en todos los partidos. Tenemos una buena plantilla y un entrenador bueno. Es normal que la gente espere más de nosotros. Espero y deseo que empecemos a ganar pronto para quitarnos esa presión", desea el rumano. Sobre su rendimiento individual bajo los palos, Pantilimon considera que está "mejorando partido a partido". "No estoy contento con los resultados. Tenemos que mejorar. Yo también puedo mejorar. Me siento bien, estoy trabajando duro para seguir mejorando y hacerlo bien", recalcó tras el entrenamiento de ayer.