Agobiado por la necesidad el Deportivo fue capaz de completar su mejor partido de la temporada, que no era difícil teniendo en cuanta lo bajo que estaba el listón, para dar una vida extra a Pepe Mel con una meritoria remontada frente al Getafe. Respira momentáneamente el técnico gracias al acierto de Lucas y Andone, que con sus goles reflejaron en el marcador la superioridad coruñesa. El Dépor dio la cara e hizo mucho más que su rival para ganar. Resolvió al final, in extremis, pero mereció hacerlo bastante antes. Lo evitó Guaita con un recital de paradas. Pantilimon, bastante más discreto, solo hizo una, pero resultó clave. Amath se estrelló contra el portero rumano y del posible 0-2 se pasó inmediatamente al 1-1. Ahí estuvo el partido.

Final feliz que, en principio, abre dos semanas de relativa tranquilidad para el Deportivo. Llega al parón apoyado en su segunda victoria consecutiva en Riazor, pero todavía con muchas dudas por resolver, empezando por la portería. Pantilimon transmite de todo, menos seguridad, y sin cimientos sólidos resulta muy difícil construir. No es el único que está decepcionando. Hay más nombres propios apagados, como los de Juanfran o Guilherme. Al margen del mayor o menor acierto de las individualidades, al Dépor le sigue faltando bastante para ser un equipo, tanto en ataque como, especialmente, en defensa. Y eso que ayer compitió de principio a fin, no solo a ratos, pero a base de empuje y convicción, más por la necesidad y el amor propio que por el acierto coral.

No hubo revolución tras el desastre de Cornellá. Mel apostó por los mismos, con la única novedad de Sidnei por Arribas, que venía de hacer un encuentro desastroso frente al Espanyol. El brasileño estuvo muy centrado en su regreso al once después de tres jornadas fuera de las convocatorias. Siempre muy metido en el partido, igual que su amigo Luisinho. El portugués fue el primero en echarse al equipo a sus espaldas para ganar amplitud y profundidad desde la izquierda. A veces buscó el centro y otras trató de asociarse por dentro con algún compañero. Por ejemplo, Emre Çolak. Entre los dos gestaron la primera llegada peligrosa del Dépor que finalizó el turco metiendo el balón al área hacia Lucas Pérez. Cartabia, con sus conducciones en diagonal, también tuvo protagonismo en ese tramo inicial.

Al Getafe no le importó que el Dépor dominara con rotundidad la posesión. Ese era el plan de los visitantes, mantenerse bien plantados, con las líneas muy juntas, y tratar de robar la pelota cuanto más lejos mejor para llegar lo antes posible a la portería contraria. Cala, Amath y Ángel protagonizaron las llegadas más claras del Getafe, a quien el Dépor concedió demasiadas faltas laterales y saques de esquina. Cada balón parado en contra era una auténtica tortura para el equipo blanquiazul, que sigue teniendo muchos problemas para contener ese tipo de acciones. Le sigue faltando contundencia, igual que para alejar el peligro cuando hay segundas jugadas en las proximidades del área.

El Getafe seguía en pie gracias a Guaita, nuevamente salvador en la recta final de la primera parte. Providencial con dos paradones seguidos en la misma jugada, primero para neutralizar un misil de Lucas y luego felino para levantarse y desviar el remate de Juanfran, atento al rechace (m.38). Merecía más el Dépor, que lo siguió intentando de todas las maneras, pero sin premio. Justo antes del descanso fue Lucas el que acarició el gol de falta directa. Su golpeo abajo se marchó fuera por muy poco.

Quedaba toda la segunda parte por delante para seguir insistiendo y así regresaron de la caseta los blanquiazules, dispuestos a poner cerco a la portería visitante hasta encontrar el gol. Justo tras la reanudación Guaita respondió con otra parada de mérito al potente lanzamiento de Çolak. Mandó el balón a córner, culminado por Sidnei en el segundo palo con un disparo de volea que no encontró portería.

Bastante menos necesitó el Getafe para marcar. Se aprovechó de un error de Çolak en la salida del balón y de la adelantada posición de Juanfran para sorprender a la defensa coruñesa. Amath no perdonó y transformó el regalo en el 0-1 a los 54 minutos de juego. Tocaba remontada, como tantas veces esta temporada, con la particularidad de que para Mel iba a ser la última si su equipo no era capaz de completarla con éxito. Hubiera sido imposible sin la mano de Pantilimon, que evitó el segundo de Amath en el 65. Del posible 0-2 se pasó al 1-1 en la siguiente acción, culminada con Lucas con un disparo ajustado.

El Dépor, ya con Andone en el campo, cargó con todo ante un Getafe empeñado en parar el partido de todas las formas posibles. Cartabia volvió a poner a prueba a Guaita con un disparo abajo y luego fue Schär el que buscó el gol de cabeza a la salida de un córner. Muchas ocasiones sin premio hasta que Andone, en el 86, hizo justicia para sacar al Deportivo de los puestos de descenso.