La decisión del club de sustituir a Pepe Mel por Cristóbal Parralo me ha recordado cuando, estando al frente del Fabril, relevé empezada la temporada a Pepe Martínez y a Eusebio Ríos en dos campañas distintas de la década de los ochenta.

Si ahora se ha tomado esta misma decisión, que el técnico del filial sustituya al del primer equipo, es que el Deportivo necesita una solución urgente. En este momento no importa quién sea el entrenador, sino cómo éste consiga mejorar al equipo. La elección de Cristóbal me parece más adecuada que la de que viniese otro técnico de fuera con menos conocimiento de la primera plantilla y del filial y de cómo funciona el club. Además, la temporada del Fabril en Segunda B ha empezado de forma extraordinaria en todos los aspectos.

Le deseo mucha suerte a Cristóbal y, si me lo permite, le aconsejo diálogo urgente con todos los estamentos del club antes de tomar decisiones definitivas. También le recomiendo tranquilidad, tener las ideas claras en cuanto al sistema de juego o a las variantes a utilizar, así como los distintos aspectos del entrenamiento. Conviene también tener carácter fuerte frente a los jugadores que se creen figuras (y no lo son) y saber aguantar la presión de lo que es entrenar en Primera División en España a un equipo que va en la parta baja de la tabla y que en estos momentos tiene la moral baja.

Volviendo al pasado, recuerdo con satisfacción que tras aquellas dos campañas en las que me hice cargo del primer equipo se consolidaron en la plantilla jugadores como Jaime Agulló y Vicente, en la primera sustitución, y Fran y José Ramón en la segunda. Ojalá esta temporada debute algún canterano, aunque el salto a Primera División es muy grande y lo veo complicado.