Desde su aterrizaje en el banquillo, Cristóbal Parralo prefirió buscar una continuidad en las alineaciones que le permitiera afianzar sus mecanismos en el equipo. En las últimas semanas, sin embargo, las ausencias por lesiones y sanciones le han obligado a introducir matices en un once que parecía inamovible. Ahora es la mala racha de resultados que encadena el equipo (cuatro encuentros consecutivos sin conseguir una victoria) lo que le fuerza a buscar soluciones con vistas al decisivo compromiso del sábado contra el Leganés en el estadio de Riazor.

Cartabia será baja obligada por acumulación de amonestaciones y en su lugar se perfila como titular Carles Gil por delante de Bakkali, recién recuperado de la lesión muscular que le ha mantenido fuera de las convocatorias durante las últimas semanas. Ese será sin embargo un cambio de hombre por hombre, sin demasiada influencia en el esquema y en los planteamientos que ha empleado hasta la fecha Cristóbal.

Sí parece que tendría más implicaciones en su propuesta la entrada de Çolak en el conjunto titular por delante de los mediocentros. El entrenador deportivista volvió a ensayar ayer con el turco en el equipo de inicio, como ya hiciera el martes, y el sacrificado fue de nuevo Fede Valverde.

La entrada de Çolak, prácticamente sin minutos desde la llegada de Cristóbal, implicaría jugar con un futbolista lo más cercano posible a las características de un mediapunta y orillaría el esquema con tres mediocentros empleado en los últimos encuentros, aunque en muchas ocasiones ha sido Borges el que ha cumplido esa función.

La del costarricense, más que una labor creativa o propia de un mediapunta orientado a dar claridad al ataque, era una tarea más destructiva. Suyo era el papel de entorpecer la salida de balón del contrario e iniciar la presión deportivista, en muchas ocasiones antes incluso que Lucas Pérez. En esa función, Borges se ha mostrado intermitente y sin la capacidad de sorpresa para incorporarse a las jugadas. Su rol más estático le ha perjudicado, por lo que el sábado ante el Leganés podría regresar al centro del campo acompañando a Guilherme para dejar el papel de mediapunta a Emre Çolak.

El equipo se ordenaría así a través de un 4-2-3-1 en el que Valverde sería el más damnificado. El uruguayo perdería su lugar en el once después de descollar en los últimos partidos, a pesar de que en Sevilla estuvo más errático que en los compromisos anteriores. Podría tener hueco en el once en el caso de que Cristóbal lo prefiriera para el centro del campo en lugar de Celso Borges, como probó ayer en la última parte del entrenamiento en la ciudad deportiva.