El sábado en Balaídos al Deportivo le esperaba un trago especialmente amargo. Descendido a Segunda División la jornada anterior, al equipo y los más de 300 aficionados blanquiazules que estuvieron en Vigo les aguardaban las mofas y burlas celestes por el descalabro. El tanto de Lucas en el descuento y su reivindicativa celebración posterior terminaron por amortiguar el escarnio y a la vez endulzaron la decepcionante semana del deportivismo. Tras el derbi, sin embargo, el conjunto de Seedorf se ha quedado huérfano de alicientes de aquí al final del campeonato.

Con dos partidos todavía por disputarse, al equipo solo le queda la motivación de acabar de la mejor manera un curso decepcionante. Ante Villarreal y Valencia, los dos últimos compromisos que le restan, ya no tendrá el estímulo que representaba enfrentarse al eterno rival. Por más que acudiera a Balaídos descendido, tenía el incentivo de lograr un resultado que suavizara el golpe de una semana antes. Eso se perderá en las dos jornadas definitivas, aunque la plantilla se esfuerza en asegurar que tratará de mantener la buena dinámica lograda en este tramo final del curso.

En los últimos seis partidos, el Deportivo solo ha perdido ante el Barcelona en la fatídica noche que confirmó su regreso a Segunda División después de cuatro cursos consecutivos. Los blanquiazules lograron ganar dos encuentros y empatar otros tres en la que ha sido la mejor racha de todo el campeonato. Esos resultados tardíos, sin embargo, no le han permitido apurar sus opciones de salvación en las jornadas finales y el equipo peleará ahora por mantener intacta la dignidad como hizo en Balaídos.

La primera oportunidad la tendrá el sábado contra el Villarreal en el que será el último partido de la temporada en Riazor. La incógnita reside en comprobar de qué manera responde la afición blanquiazul en ese compromiso después de ver el modo en el que fue despedido el equipo contra el Barcelona. La indiferencia fue el sentimiento generalizado en la grada, pero los seguidores han encontrado un ligero consuelo después del empate ante el Celta.

La plantilla será la principal interesada en mantener la buena imagen en estos dos últimos partidos para no empañar más una temporada para olvidar. Lo han repetido con insistencia estos últimos días después de que se consumase el descenso y lo aseguró de nuevo Adrián tras el encuentro en el estadio de Balaídos. "Ahora en esta parte final es cuando mejor está el equipo. Nos da rabia que no nos haya llegado para por lo menos seguir peleando hasta el final, pero vamos a intentar acabar la temporada con estas buenas sensaciones que está teniendo el equipo. Nos lo merecemos tanto el club, los jugadores como la afición, ver a un equipo que tiene buen nivel y tenemos que seguir en ese camino", reflexionó.