Los cuatro reinan en Europa desde hace apenas una semana, poco tiempo para haber asimilado del todo el enorme valor de sus títulos continentales sub 19: el femenino, logrado con España por las deportivistas Teresa Abelleira y Malena Mieres; y el masculino, conquistado con Portugal por los fabrilistas Pedro Correia y Ricardo Benjamim. "Sí lo asimilas, pero es verdad que cuesta -relata Tere, capitana del Dépor Abanca y heroína de la selección en la semifinal contra Dinamarca al firmar el gol del triunfo-. A medida que van pasando los días te empiezas a dar cuenta de lo que conseguiste". "Una semana después, un mes después? Hasta que me muera voy a ser campeón de Europa", resume Pedro, que decidió la final ante Italia al entrar en la prórroga para dar una asistencia de gol y anotar el 4-3 definitivo: "Desde fuera se sufre más. Tenía muchas ganas de entrar y ayudar, y eso hice. Cuando el árbitro pitó el final fue una emoción enorme".

Las dos parejas de campeones se reunieron ayer en Riazor para compartir sus recientes éxitos en los Europeos sub 19 celebrados en Austria, ellas, y en Finlandia, ellos. Lucen orgullosos las medallas que les acreditan como triunfadores continentales y coinciden en que este es el "mayor éxito" de sus carreras, pero al mismo tiempo mantienen los pies en el suelo y solo piensan en trabajar duro con sus respectivos equipos, el Dépor Abanca y el Fabril. "Tenemos muchas ganas de empezar a entrenar", comenta la portera Malena. "Este año hay más experiencia con los nuevos fichajes. Ojalá consigamos ascender", continúa. Ayer se sometieron a los exámenes médicos y hoy se incorporan al trabajo en Abegondo a las órdenes de Manu Sánchez. "Estamos muy ilusionadas con esta nueva temporada -explica Tere, una de las fijas en la selección- para ver si de una vez podemos lograr el objetivo de estar en Primera. Yo creo que este año puede ser el bueno".

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Cuatro deportivistas, campeones de Europa sub19

También quieren brillar de blanquiazul Pedro y Ricardo, novedades en el Fabril tras acabar su etapa juvenil. El verano pasado el delantero hizo parte de la pretemporada con la plantilla profesional a las órdenes de Pepe Mel. Un año después competirá en Segunda B, a solo un escalón de la categoría del Deportivo. "Ahora estoy con mi cabeza en el Fabril", afirma Pedro, quien no oculta su ilusión por "llegar al primer equipo". "Es una cosa que ambiciono mucho", confiesa el punta. Una aspiración compartida con Ricardo, que no contempla foguearse en Tercera con el Laracha, convertido en una especie de Dépor C: "Lo que me planteo para mí mismo es pelear por un lugar en el Fabril".

De los cuatro, Ricardo es el único que no tuvo minutos en el Europeo. De hecho, siguió casi todo el torneo por televisión desde A Coruña, en plena pretemporada. Había entrado en la preconvocatoria para Finlandia junto Pedro, pero finalmente no figuró en la lista definitiva, con solo dos plazas para porteros. Sin embargo, a dos días de la final tuvo que hacer las maletas a toda prisa debido a la lesión del guardameta Diogo Costa. La UEFA aceptó la solicitud de la Federación Portuguesa para convocar de urgencia a un recambio y Ricardo se incorporó justo a tiempo para la final, que siguió desde el banquillo tras doce horas de vuelos. "Fui a por las botas a Abegondo, hice la maleta y de noche salí para allá. De A Coruña a Madrid, luego a Estocolmo y desde Suecia hasta Finlandia", relata. Ni siquiera le dio tiempo a completar un entrenamiento: "Llegué el sábado a última hora y la final era el domingo por la tarde".

Pese a no haber tenido minutos, se siente igualmente partícipe del éxito. "No jugué pero también lo sentí mucho -explica Ricardo-. Es una cosa que no voy a olvidar". Secundario fue también el papel de la portera Malena, aunque en su caso disputó un encuentro completo, el último de la fase de grupos ante Francia: "Cuando me dijeron que iba a jugar, no me lo creía. Tuve que preguntarle al seleccionador [Jorge Vilda] si era verdad, igual tres veces". Un sueño cumplido que acabó a lo grande, con la medalla de oro que luce junto a su compañera Tere y los también blanquiazules Ricardo y Pedro.