Una victoria -en Almendralejo (0-1)-, dos empates -en Albacete (1-1) y Tenerife (2-2)-, y una derrota -en Alcorcón (1-0)- es el balance del Deportivo en sus cuatro salidas ligueras. Cinco puntos de doce posibles a domicilio. Salvo en Santo Domingo, donde perdió con total merecimiento ofreciendo una imagen muy pobre, el Dépor acarició la victoria en las demás salidas. En el campo del Extremadura la logró, y en las visitas a Albacete y Tenerife estuvo muy cerca de conseguirlo. Compitió para ganar todos los partidos, en casa y fuera, menos el de Alcorcón, donde no fue capaz de rendir ante un rival más intenso y superior en el cuerpo a cuerpo, tanto en los balones divididos, como en las segundas jugadas y las disputas. El domingo le espera otro oponente teóricamente modesto, el Nàstic, en el Nou Estadi de Tarragona, un feudo en el que el equipo del exdeportivista José Antonio Gordillo, ayudante de Pepe Mel durante su etapa en Riazor, viene de derrotar 1-0 a Osasuna. El Dépor encarará el encuentro impulsado por la convincente victoria del lunes ante el Granada, pero a la vez alerta por ese reciente episodio negativo frente al conjunto de Cristóbal Parralo.

"Cada partido es diferente y el Alcorcón ya es historia -afirma Christian Santos, que participó en el duelo de Santo Domingo-. Ya jugamos allá y siempre es un equipo complicado. Hay que ver lo que viene ahora y hacer las cosas bien". "Depende del viaje, de cómo nos encontremos. Yo creo que vamos a estar bien", añade el internacional venezolano, que disfrutó de sus últimos minutos precisamente en el campo del Alcorcón. El delantero entró a falta de un cuarto de hora para el final en busca de una reacción que no llegó y no pudo evitar la primera derrota, y la única hasta ahora, del Deportivo en el campeonato de Segunda.

Con dos victorias en otros tantos partidos disputados en casa, frente a Sporting (1-0) y Granada(2-1), el Dépor está poniendo un primer cimiento sólido para construir el ascenso, el de la fortaleza en Riazor. Sin embargo, fuera de casa solo ha logrado una victoria en cuatro salidas, una estadística que tratará de mejorar el domingo en Tarragona. Visitará el estadio catalán con la lección aprendida de lo que sucedió en Alcorcón hace dos jornadas. Allí le faltó morder para por lo menos igualar la intensidad con la que se empleó su rival. Tampoco supo adaptarse a un fútbol diferente al que plantea en Riazor, donde es capaz de manejar el balón a sus anchas frente a adversarios que esperan bien armados atrás, como hicieron el Sporting y, de forma menos descarada, el Granada.

En Tarragona le espera un rival que tratará de incomodarle y presionarle muy arriba, como hizo con éxito el Alcorcón, para ser muy vertical a la hora de finalizar las jugadas. Por eso el Dépor viajará sin ningún tipo de confianza para tener así más opciones de dar continuidad a la victoria del lunes con otro buen resultado. Según Christian, los tres puntos sumados en Riazor ante el Granada "fueron muy importantes". "Se lo merece la afición, la gente de aquí, y ese es el camino que tenemos que seguir", recomendó el delantero, que se perdió dos partidos debido a la llamada de la selección venezolana para un par de amistosos. "Me parece fatal no parar la Segunda, es un poco raro", se quejó el atacante internacional del Deportivo.