Seis victorias celebró el Deportivo en toda la temporada pasada. Una marca pírrica de triunfos, insuficiente para agarrarse a la Primera División. Ahora, en Segunda, ya ha ganado cinco partidos y si vence mañana en el Nuevo Arcángel de Córdoba igualará esa media docena de partidos en los que se impuso el curso pasado, todavía en octubre y con más de tres cuartos de Liga por disputarse. El Dépor ha ido de menos a más hasta encontrar esa velocidad de crucero para afianzarse en la zona noble de la tabla. Avanza seguro y rápido tras haber sumado diez de los últimos doce puntos en juego, con varias victorias convincentes y contundentes. Pese a que los resultados y el rendimiento acompañan, el equipo coruñés no se conforma y quiere meter una marcha más para seguir escalando posiciones aprovechando la teórica debilidad de sus próximos adversarios: Córdoba, fuera; y Reus, en casa.
Ese es el objetivo, ampliar la buena racha, pero siempre desde la máxima humildad, una de las principales señas de identidad de este Dépor. "Tampoco hay que tirar cohetes", asegura Carlos Fernández. Apuesta por "mantener el equilibrio" siempre, tanto en las buenas como en las malas, y no dejarse influenciar ni por las críticas ni por los halagos. "Hay que buscar un poco ese equilibrio entre la semana de Alcorcón, que parecía que el equipo no jugaba a nada, que no tenía claras las ideas, y ahora, que tampoco hay que tirar cohetes. Sobre todo, hay que saber que se están haciendo las cosas bien y ser conscientes de la realidad, asumirla, pero que eso no influya absolutamente nada en el trabajo diario, en nuestro objetivo y en el siguiente partido -argumentó el joven-. Tenemos la madurez suficiente para saber cómo estamos haciendo las cosas y que eso no afecte a la hora de nuestro trabajo y nuestro crecimiento".
El pasado viernes el Elche se convirtió en el quinto equipo al que tumba el Deportivo esta temporada. Antes de golear 4-0 al conjunto franjiverde, venció al Extremadura (0-1), al Sporting (1-0), al Granada (2-1) y al Nàstic (1-3). Cinco triunfos en sus primeros nueve encuentros en la categoría de plata. Unos datos que contrastan con los de la campaña anterior en Primera, en la que el Deportivo tuvo que esperar hasta la jornada 31, el 6 de abril de este año, para lograr su quinta victoria al derrotar 3-2 al Málaga en Riazor. Fue el primero de los dos únicos triunfos de la era Seedorf, cuyo Dépor también sumó los tres puntos en Bilbao (2-3). En total, seis victorias en 38 jornadas, una marca pésima que el actual equipo coruñés tiene ya a tiro cuando la nueva temporada no ha hecho más que empezar. Tras el descenso cambió la categoría y, lógicamente, también la velocidad con la que el Dépor avanza. Ahora es uno de los grandes favoritos y debe salir a ganar siempre, tanto en Riazor como a domicilio. "Intentaremos que fuera nos parezcamos lo más posible al Dépor que se está viendo en casa", promete Carlos Fernández. El arranque del encuentro de mañana, a su juicio, será clave. Está "convencido" de que el Córdoba saldrá "a apretar bastante desde el principio", así que recomienda "salir muy concentrados" para contrarrestar ese "arranque fuerte" del rival. "Hay que enfocar este partido como si fuera el último", añade.
