Turnos de sol a sol para una mudanza precipitada y a contrarreloj. El Dépor será, de manera inesperada, el encargado de estrenar mañana el estadio del Cerro del Espino en Segunda División tras la decisión de la LaLiga de adelantar su debut en la categoría de plata, a pesar de que estaba previsto que el Rayo Majadahonda actuase como local en el Wanda Metropolitano hasta el principio de 2019.

Las obras, a cargo del Atlético de Madrid, comenzaron a finales del mes de septiembre para adecuarse a las exigencias de la categoría y se ha incrementado el ritmo de la ejecución en el último mes en el recinto que acogerá el duelo matutino de este domingo. Los turnos de trabajo se han doblado con jornadas maratonianas en una carrera contra el crono, que a juicio de la LFP (realizó cuatro inspecciones) le permitirá presentar un estadio en condiciones, aunque hay detalles en los que aún no se ajusta a la normativa. Una de las gradas, que hace unos meses estaba cubierta, expondrá ahora a los aficionados a estar al aire libre, la iluminación no se ajusta al pie de la letra a lo requerido por la patronal de los clubes de Primera y Segunda y por eso jugará los dos próximos encuentros como local por la mañana y se apuran los minutos para que los accesos y los remates estén finiquitados. Se habilitarán grandes contenedores para eventos para la zona de palco, Prensa y VIP. Es probable que los obreros todavía estén en el recinto en las horas previas al pitido inicial de este Rayo Majadahonda-Deportivo, un encuentro inédito en Liga. Solo el Fabril ha jugado ante este equipo y, de hecho, la campaña pasada se impuso en los dos duelos del Grupo I de Segunda B, en uno de ellos con gol de Edu Expósito.

El césped del Cerro del Espino que se encontrará el Deportivo no estará en las mejores condiciones porque es el escenario donde se entrena habitualmente el Atlético de Madrid y donde juegan sus partidos el filial y el equipo femenino de los rojiblancos. De hecho, el Fabril perdió ahí 3-0 la pasada semana. Aún así, en ese sentido puede salir ganando el conjunto coruñés porque el tapete del Wanda, donde en un principio se iba a disputar este partido, estaba hasta hace poco en peores condiciones y era lo que se iba a encontrar mañana. El Atlético, encargado de la obra en el Cerro del Espino y club que le cedió de manera provisional y durante estos meses su estadio al Rayo, decidió cambiarlo en el reciente parón de selecciones y lo estrenó hace unos días ante el Barcelona.

El equipo local se entrenó por primera vez en la que hasta este verano era su casa con obras por todas partes y en unas condiciones que no eran del agrado de los responsables técnicos majariegos. El Rayo Majadahonda también padece esta situación de provisionalidad y se baraja la posibilidad de que este césped sea cambiado en el ya próximo parón de Navidad.