Cada vez que el Deportivo puntúa lejos de Riazor el resultado se da por bueno porque la parroquia considera hecho que en el siguiente encuentro en Riazor se quedará con los tres puntos. Esto lleva sucediendo prácticamente toda la temporada excepto cuando en la jornada quinta perdió en Alcorcón -es la única derrota del cuadro blanquiazul en la temporada-, un resultado que enjugó superando al Granada en el coliseo coruñés en el partido siguiente. La confianza es plena en el equipo cuando actúa como local, donde solo cedió un empate en los siete partidos disputados, es decir, sumó 19 de los 21 puntos posibles.

Es un buen registro, pero no el mejor de la categoría a estas alturas de la competición, pues en números Alcorcón (22 puntos en 8 partidos), Málaga (21, en 8) y Osasuna (20, en 8) superan los registros del equipo blanquiazul. Solo el equipo madrileño mantiene la misma fortaleza, pues solo cedió un empate en su campo. El cuadro de la Costa del Sol mantenía el pleno de victorias hasta la jornada pasada, cuando cedió frente al Granada (0-1). Osasuna, que pegó un importante arreón a pesar de peder en Riazor hace dos jornadas, mantiene su fortaleza en El Sadar, donde solo permitió que dos equipos se llevasen el empate.

Es esta fortaleza como local y el poderío de su plantilla lo que convierte al cuadro que dirige Natxo González en favorito en todos cuantos partidos dispute al amparo de su parroquia, aunque desde el vestuario siguen metiendo el freno de mano a la euforia. Primero fue Natxo recordando que algún partido malo habrá en Riazor, y ayer fue Eneko Bóveda, que descartó que el hecho de jugar contra el Numancia y el Zaragoza en casa de forma consecutiva sea una ventaja. "No por el hecho de jugar en casa partimos con un gol de ventaja, aunque estamos sacando los partidos, muchos con bastante solvencia", reconoció el zaguero vasco. "La ilusión que tenemos es la de prolongar esa racha en casa", añadió.

Quedan cinco partidos para llegar al ecuador de la primera vuelta, de los que tres el Deportivo jugará en el coliseo coruñés. Numancia y Zaragoza, para acabar con el Lugo, aunque el enfrentamiento con el equipo lugués será ya para 2019. Porque 2018 lo cerrarán los blanquiazules contra el Cádiz (sábado, 22 a las 20.45 horas), mientras que el broche a la primera parte de la competición será en Palma contra el Mallorca con fecha todavía por decidir. Con esta racha tan buena, el deportivismo ya hace cuentas y piensa en once puntos más de aquí al paso de Ecuador, los nueve de casa los dos empates fuera. Esto supondría celebrar el fin de año con siete puntos más, es decir 38. Sumados los cuatro siguientes del inicio del nuevo año, sería 42. Una media de dos por partido que llevaría a alcanzar los 84 al final de la temporada. Solo son números, pero como dijo el entrenador de Osasuna, Arrasate, la pregunta es cuándo ascenderá.