El tropiezo del pasado fin de semana frente al Numancia en Riazor (2-2) no ha mermado la confianza de los futbolistas del Deportivo en la fiabilidad característica del equipo coruñés en casa. Uno de sus capitanes, Pedro Mosquera, está convencido de que el feudo blanquiazul seguirá siendo "un fortín" toda la campaña: "Riazor sigue siendo un fortín y no por empatar un partido va a cambiar eso. Lo sigue siendo y va a ser así toda la temporada".

El mediocentro lanza un mensaje de prudencia, tanto para lo bueno como para lo malo. "Tenemos que ser conscientes de que llevamos muy buenos números en Riazor, que vamos a intentar ganar lo máximo posible pero cuando haya un empate no hay que volvernos locos. Hay que ser cabales. Ni cuando las cosas vayan muy bien hay que echar las campanas al vuelo, ni cuando se empate parecer que todo está mal", recomendó. Sobre el "importante" partido de mañana contra el Zaragoza, Mosquera considera que el conjunto maño "es un equipo llamado a estar arriba" pesa a su delicada situación.