Dudu Aouate estuvo bajo palos en A Coruña y Mallorca. Meta del cambio de guardia en Riazor, analiza a sus dos equipos y sus años en la disciplina blanquiazul.

- ¿Dónde vive ahora?

-En Mallorca con mi familia. Desde que llegué me fue todo muy bien y nos enamoramos de la isla.

- ¿Cómo ve al Dépor?

-Bastante bien. Tiene un buen grupo, pero en esta categoría hay igualdad. Es un candidato y más viendo su plantilla. Me gusta Quique. Son buenos arriba y su defensa es el secreto. Dani Giménez tiene experiencia. No tengo duda de que va a estar ahí hasta el final y más con el campo y con la gente que hay en A Coruña. Su afición quiere muchísimo a su equipo.

- ¿Cómo valora la trayectoria del club desde que se fue?

-Si sube, baja, sube, baja... Significa que la estabilidad no es buena. Cuando hay problemas institucionales, la plantilla no tiene tranquilidad. En mi época hubo también un momento con Lendoiro y nos salvamos al final. Pero, al ser un club tan grande con una afición impresionante, con que hagan las cosas bien, va a subir. Pero no es sano que haya bajado tres veces en siete años o así, eso es que hay algo que no va bien. Le deseo lo mejor, que vuelva a subir porque, de los que están en Segunda, es el que debe volver a Primera por club, por afición, por ciudad, por historia, por todo.

- ¿Qué cree que ocurrirá en el Mallorca-Dépor del sábado?

-Será muy igualado. El Dépor es un pelín mejor, tiene una plantilla un poco superior, pero al jugar fuera de casa será parejo. Va a ser un resultado ajustado, no habrá goleada.

- ¿Qué recuerdos le vienen de su etapa en A Coruña?

-Siempre digo con orgullo, vaya donde vaya, que he tenido la oportunidad de jugar en un gran club como el Deportivo. No salí como quería porque pasó lo que pasó. Pero, si lo analizamos deportivamente, el primer año fue fantástico. Luego llegó Lotina. Empezamos bien y ocurrió lo que ocurrió con Munúa. No hice una rueda de prensa porque no quería sacar cosas de dentro. Se dijeron cosas que no me gustaron. No se supo mi versión. Tras este incidente el club estuvo abajo y Lotina puso a Fabricio. Yo no quería volver a jugar más en el club.

- ¿Qué fue lo que le molestó?

-Estaba más dolido con Lotina que con un compañero (Munúa), porque, bueno, eso puede pasar, queda en el vestuario y ya está. Me molestó por la actitud de Lotina, por cómo actuó en la sala de prensa. Yo fui perjudicado y se nos apartó a los dos. Me sentía víctima y pasó eso. Años después hablamos (con Lotina) y ahora estamos bien, no le tengo ningún rencor. Son cosas que han pasado en nuestra vida para bien y para mal. Lo asumo y ya está, pero el entrenador no actuó bien. Estaba dolido. Se lo dije a él y al presidente. No quería jugar más.

- Pero al final regresó...

-Cuando el equipo iba mal, habló con los capitanes y vinieron a charlar conmigo y me pidieron que volviese. Yo, que soy compañero, les dije que sí. Luego el equipo fue como un tiro. Al final volví con una espina clavada por los compañeros, el club y la afición, que es impresionante. Los seguidores a veces dudaban de mí, no tenían información, yo no hablaba con periodistas.

- Pero no se marchó al verano siguiente. ¿Qué pasó?

-Pude irme, pero Lendoiro no quiso venderme. Ficharon a Aranzubía y creo que ahora ya se puede decir: el presidente no tenía mucha confianza en él en esos momentos y no me quiso traspasar. Luego Aranzubía lo hizo muy bien y ya sí salí al Mallorca en enero.

- ¿Le sorprendió ver a Munúa como técnico del Fabril?

-El Dépor habrá tenido sus razones. Él también fue portero del club en una época importante y se habrá ganado el cariño de la afición. No entro en esas decisiones y en qué requisitos son necesarios.

- ¿Cómo es el nuevo Mallorca?

-Es un club que está en su sitio. Ha encontrado el equilibrio institucional y deportivo. ¿Subir? Es un candidato más. Este año lo veo difícil, aunque no imposible.

- De donde viene, donde está...

-Después de 17 o 18 años en Primera, bajamos a Segunda. Durante los siguientes años a nivel institucional hubo lío, mucha 'mierda' y eso se refleja en todo. Hasta la prensa estaba dividida. Todo hacía que a nivel deportivo el equipo no rindiese como debía y a partir de ahí, muchos cambios de propietarios.

- Y llegó el descenso...

-Cuando bajaron fue un caos total, pero institucionalmente el grupo de Maheta Molango (Sarver, dueños del club) ha demostrado que son serios. No abandonaron e hicieron un proyecto que, con una gestión magnífica, subió de Segunda B. Y este año ha hecho los deberes, tienen un gran entrenador. Es un equipo sólido, con compromiso. Cuentan con jugadores arriba que pueden marcar diferencias como Lago Júnior o Álex López. Es un grupo humilde, trabajador y tienen la tranquilidad que les da entrenador y directiva. Al subir el Mallorca no hizo una gran revolución, solo fichó a algunos jugadores donde necesitaba contratar. Ese es su secreto.

- Pudo ser dueño del Mallorca. ¿Qué ocurrió?

-Me retiré y entré como general manager con la idea de comprar la mayoría de las acciones, pero solo llegamos al 49% y nos retiramos. No quería ser un obstáculo.

- ¿Ha vuelto a A Coruña?

-Sí, claro. Tengo casa en A Zapateira y amigos allí.

- ¿A qué se dedica?

-Soy intermediario. Aún no hice nada con Dépor y Mallorca, tampoco quiero mucho en los clubes que estuve, aunque algún día ocurrirá. Yo encantado de trabajar con el Dépor. Cuando esté en Primera... (se ríe). Ojalá sea ya el próximo año.