El Oviedo parece que está en un periodo de crecimiento continuo en este año 2019. Los azules lograron la segunda victoria consecutiva del año recuperando sensaciones tanto en la presión en campo contrario como en la seguridad defensiva, gozando, además, de las mejores ocasiones en ataque.

Una victoria con sabor amargo, ya que el cuadro asturiano no consigue salir del pozo de las lesiones. Viti se lesionó en el calentamiento y a la media hora fue su sustituto, Ramos, el que también tuvo que retirarse con molestias musculares.

Los de Anquela fueron superiores a un Tenerife timorato que apenas inquietó a Champagne y que demostró el porqué de su clasificación actual. La fuerte presión de los ovetenses casi siempre tuvo el fruto apetecido, con recuperaciones en campo rival, fruto de su mayor intensidad.