El exjugador deportivista Luis Miguel Ramis regresó ayer a Riazor como entrenador del Albacete para enfrentarse al equipo en el que militó durante tres temporadas y con el que se proclamó campeón de Liga en la 1999-2000. Ramis manifestó que se encontró el estadio "más bonito" y que espera que al final de temporada los dos equipos, tanto Deportivo como Albacete, celebren el ascenso a Primera División. El técnico del equipo manchego también elogió al de Natxo González después de su derrota.