Un agónico tanto del Tenerife en los minutos de descuento le permitió igualar un encuentro que prácticamente tenía ganado un Mallorca que, de esta manera, aquieta su anhelo de hacerse un hueco en el sexteto de cabeza.

La premura tinerfeña por alejarse del peligro, y la pretensión mallorquina de hacerse con un hueco en el sexteto de cabeza, exigía inicialmente no dar lugar a cualquier tipo de especulación, sino más bien todo lo contrario, una más que denodada búsqueda de un gol con el que encarrilar la victoria.

Lo cumplieron los visitantes. Se adelantaron en el minuto 14 con un tanto de Estupiñán, resultado con el que se llegó al descanso. En la reanudación, solo tardaron dos minutos en hacer el 2-0 por medio de Budimir. En la recta final el Tenerife no se rindió, fue atrevido y encontró premio. Primero marcó Racid y ya en el descuento, minuto 92, Tyronne firmó el empate.