Cuando el Deportivo derrotó a Osasuna en Riazor en la primera vuelta (2-0), el entonces equipo de Natxo González se encontraba en el cénit de su rendimiento. El entrenador del conjunto rojillo, Jagoba Arrasate, claudicó ante la superioridad blanquiazul y afirmó rotundo que no tenía ninguna duda de que el Deportivo acabaría ascendiendo a Primera. Lo único que no tenía claro, dijo, era cuándo lo conseguiría.
Aquel triunfo permitió a los deportivistas colocarse por primera vez en unas posiciones de ascenso directo en las que no conseguiría afianzarse. Era finales de noviembre y el equipo solo conseguiría a partir de entonces ocupar en dos jornadas más los puestos de privilegio de la clasificación. Poco después empezaría la decadencia del conjunto de Natxo hasta desembocar en la destitución del técnico esta semana. Osasuna, por el contrario, seguiría el camino contrario hasta reencontrarse mañana ambos equipos en dinámicas opuestas.
El que llega con dudas ahora es el Deportivo, que ante el líder tratará de enterrar la crisis que arrastra desde hace dos meses. Siete partidos consecutivos sin ganar „la única victoria llegó en el partido suspendido contra el Reus„ han comprometido incluso el puesto de play off que actualmente ocupan los deportivistas en la clasificación.
El nuevo entrenador blanquiazul, José Luis Martí, pretende que el partido en El Sadar suponga el punto de inflexión que le sirva al equipo para iniciar la remontada en la tabla. El objetivo, tal y como apuntó en su presentación, es un pleno de victorias que permitan corregir la dinámica en la que se encuentra inmerso el conjunto blanquiazul.
El espejo lo tendrán en el propio Osasuna, que desde su visita a Riazor en la jornada 15 inició una escalada cimentada a través de su rendimiento como local. Los navarros solo han cedido dos empates en su estadio y desde aquel partido contra el Deportivo lograron ascender de la novena posición hasta el liderato.
La trayectoria ascendente de los navarros contrasta con la de los coruñeses, que precisamente con el relevo en el banquillo buscan cambiar la tendencia que se experimenta desde comienzos de año. La tarea inmediata de Martí al frente del equipo será recuperar a un equipo desanimado y hundido futbolísticamente. Para lograrlo todo apunta a que se apoyará en una propuesta más práctica que la de su predecesor y basada en la presión alta y las transiciones rápidas.
