El Dépor quiere golpear primero en su cara a cara frente al Málaga, una eliminatoria a priori muy igualada en la que los andaluces parten con una pequeña ventaja. Acabaron terceros, así que jugarán la vuelta en La Rosaleda y, además, se clasificarán en caso de que la igualdad persista tras una hipotética prórroga. Para afrontar el desenlace del sábado con las opciones intactas, el equipo coruñés confía en el impulso de Riazorpara lograr esta noche un buen resultado. Marcar y no encajar es el objetivo, muy complicado ante un rival tan poderoso y competitivo como el Málaga.
Los de Víctor Sánchez del Amo vienen de ganar sus últimos cinco encuentros. Llegan lanzados pese a la importantísima baja de N'Diaye, que se une a las de los lesionados Cifu y Juankar. Ontiveros es su principal peligro, pero ni mucho menos el único. El Dépor, por su parte, también es un equipo al alza después de auparse in extremis al play off. Durante muchos minutos contra el Mallorca todo parecía perdido para el conjunto coruñés, pero el penalti a última hora transformado por Carlos le dio una vida extra Mallorca Carlos que aprovechó gracias a los tropiezos ajenos, en concreto del Cádiz.
Ahora vuelve a empezar de cero para afrontar una eliminatoria en la que los pequeños detalles pueden marcar la diferencia. A la fuerza se decidirá el sábado en La Rosaleda, pero el desenlace también dependerá mucho de lo que suceda esta noche en Riazor.
Ante el Córdoba el estadio ardió antes, durante y después del encuentro. Puro lume de unidad para llevar al equipo en volandas, como en las grandes ocasiones. La de hoy también lo es. En juego, nada más y nada menos que un ascenso, la vida para el Deportivo. En busca de ese objetivo José Luis Martí apostará por la continuidad, como mucho con algún retoque puntual para dosificar a gente que llega justa de fuerzas a este final de curso tan exigente. Quique vuelve tras lesión, aunque apunta al banquillo.
