Diego Caballo, que tuvo que ser operado de la fractura de los huesos propios de la nariz tras recibir un fuerte impacto en la recta final del partido contra el Oviedo, se ejercitó ayer al margen del grupo sobre el césped de Abegondo. Lo hizo sin lucir ninguna máscara protectora en la cara.

El salmantino está poniendo todo de su parte para poder estar a disposición de Juan Antonio Anquela de cara a la visita del domingo al campo del Huesca. Según informó ayer el Deportivo, "los servicios médicos procederán a la elaboración de un mecanismo de protección para que el jugador salmantino pueda ir reincorporándose a los entrenamientos con el grupo". Si al final no está disponible, el técnico alineará a Luis Ruiz, el otro lateral izquierdo que tiene actualmente en su plantilla.

El que no salió ayer al césped fue Diego Rolan, que sigue en el escaparate para encontrar un salida del Deportivo antes del próximo 2 de febrero. Según el club, el delantero uruguayo "se quedó en el gimnasio con un entrenamiento específico".