El Dépor Abanca no viene a inscribir su nombre y a pelear lo que le permita su modestia. El equipo de Manu Sánchez se ha estrenado a lo grande en la Primera Iberdrola derribando la puerta. Llega dispuesto a dar mucha guerra y el primero que lo ha sufrido es un histórico como el Espanyol. 3-1. El conjunto blanquiazul fue muy superior en todas las facetas el juego durante todo el encuentro y, a pesar de pasar por unos minutos de dudas tras el empate perico, acabó imponiéndose con claridad. Abegondo fue una fiesta tras el sinsabor de ayer de Riazor. Ya son 30 victorias consecutivas. El santuario de Abegondo lleva año y medio sin ser profanado. La racha continúa también en la máxima categoría.

Una de las grandes preocupaciones de Manu Sánchez era que sus jugadoras tuvieran la respuesta física adecuada en una categoría con mayor exigencia y en la que se desarrolla todo a un ritmo superior. Pues, de momento, puede estar tranquilo porque sus futbolistas se comieron a su rival jugando con una o dos marchas más. El técnico confió de entrada en gran parte de la armada del ascenso, a pesar de las bajas de Maya, Silvia Mérida, Érika o Miriam. Noelia y Sullastres sí estaban en el once, pero a Misa, Athenea del Castillo y María Méndez les tocaba esperar.

No se libró el Dépor de algún susto inicial, pero pronto se liberó de los nervios gracias a la multitud de recuperaciones que lograba en la salida de balón de un Espanyol ahogado. Así, activadas para defender y con ansia por atacar, las ocasiones de gol acabaron sucediéndose en cascada. Peke, Alba, Michelle, Gaby... Todas llegaban, todas se mostraban versatiles e intensas, también valientes, mientras Iris se encargaba de la intendencia y Tere de maravillar a la grada con sus genialidades. Tanta insistencia tuvo premio con el gol de Alba Merino, que las jugadoras del Espanyol protestaron. El tanto fantasma generó dudas tanto en su remate como en el cabezazo anterior de Villegas, pero la decisión era inamovible. Era el primer tanto coruñés en toda su historia en Primera División y no sería el único en esta mañana de festejos. El Dépor se ponía por delante con todo merecimiento, pocos reparos se le podían poner. Pudo hcer alguno más en el primer acto, aunque el Espanyol también disfrutó de las suyas, sobre todo en jugadas a balón parado que hicieron emplearse a fondo a Sullastres y a toda la cobertura coruñesa.

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El Dépor Abanca le gana 3-1 al Espanyol

El Espanyol, un poco sobrepasado, quiso equilibrar el duelo y poner remedio a su mal desempeño ante un debutante. Se le vio un poco más dinámico en los inicios del segundo acto, aunque pronto el Dépor le plantó cara y demostró querer más y más. Insaciable. Los cambios llegaron y Manu Sánchez recurrió, entre otras, a Athenea del Castillo. La cántabra fue un ciclón en el terreno de juego. Nada más tocar su primera pelota generó una cabalgada que a punto estuvo de hacer el 2-0.

Del casi al sufrimiento

Cuando los espectadores de Abegondo aún estaban de pie aplaudiéndole, llegó el mazazo del empate perico. Paula Moreno aprovechó una mala cobertura de la zaga para colarse entre las centrales e Iris y empujar el balón a la red. 1-1. Para entonces ya no estaba sobre el terreno de juego Nuria, a la que hoy le había tocado actuar como lateral izquierdo. El gol era difícil de asimilar y, sobre todo, se revelaba como una justicia si se atendía a lo visto sobre el terreno de juego. La afición temía que el Dépor pagase la novatada, que le empezasen a rondar las inseguridades. No dio tiempo a excesivas cavilaciones, ya que Peke en dos minutos había desnivelado de nuevo el encuentro. Su disparo elevado acabó desnudando a Mimi que no pudo evitar que sobrepasase la línea. 2-1. Abegondo estaba de nuevo de fiesta.

El Espanyol volvió de nuevo a arriesgar, a dejar espacios y esos regalos no los iba a desaprovechar Athenea de Castillo. En una jugada en la que deslumbró por su potencia y sus regates, forzó un penalti claro. La veterana Alba Merino no falló. Era el 3-1. Pudieron llegar más por ambos bandos, no hacía falta. La grada se centraba en celebrar, en respirar y, sore todo, en despedir a cada jugadora sustituida como merecía. El Dépor Abanca ha cambiado de categoría, pero no afloja el ritmo.