Juan Antonio Anquela defiende con rotundidad su total autoridad, autonomía e independencia en la toma de las decisiones técnicas que atañen al primer equipo del Deportivo, al tiempo que da normalidad a las visitas de Carmelo del Pozo al vestuario, habituales "desde el primer día" y "siempre con respeto al trabajo" del cuerpo técnico. Sobre la reunión que mantuvo el director deportivo con los jugadores la semana pasada sin su presencia, Anquela relató que previamente fue informado por Carmelo de esa medida, y que incluso le invitó a que estuviera presente, un ofrecimiento que declinó. Dice que estaba al tanto y opta por dar normalidad a ese tipo de acciones, igual que a las visitas del director deportivo al vestuario en los partidos. "Tengo las cosas muy claras. En mi parcela no se mete nadie. Carmelo lleva haciendo esto desde el primer día, pero siempre con respeto a nuestro trabajo", recalca Anquela, que valora con naturalidad la incorporación de Roberto Robles a su equipo de colaboradores como analista tras la salida de David Sánchez: "En mi terreno no se mete nadie, otra cosa es que yo tenga gente que me ayude. Y cuanto más, mejor". Robles, encargado de la metodología de la cantera, compagina desde "hace dos meses" esa función con la de técnico analista del primer equipo. De ahí su presencia en el campo en los últimos entrenamientos. "Si lo hiciese Guardiola sería la repera. Todos los días nos sentamos, hablamos y decidimos cuál es el trabajo. Decidimos que estuviera a pie de campo, y nada más. Llevo muchos años en esto como para morir de rodillas. Yo no voy a morir de rodillas. Yo muero de pie, siempre", recalcó.

"Me gustaría ser feliz, que ahora mismo no lo soy", reconoció el jienense, consciente de que su continuidad no está garantizada más allá del corto plazo. "Es normal. Lo que no depende de mí no me puede preocupar. Solo tengo que preocuparme de trabajar. A mí no me han regalado nada. Ha sido a base de pico y pala. Que salen las cosas, muy feliz; y si no, pues con la cabeza muy alta porque no he dejado de trabajar ni voy a dejar de hacerlo. Lo único que quiero es darle al Dépor lo que me ha dado a mí. Estar en este equipo es el mayor orgullo que he tenido en mi vida. He entrenado en Primera y he hecho cosas importantes con equipos pero lo más importante que me ha ocurrido en el mundo del fútbol es ser entrenador del Deportivo, y me gustaría ser feliz, que ahora mismo no lo soy", añadió Anquela, dolido y visiblemente molesto.