Al Deportivo de la temporada pasada la posibilidad de ascender de manera directa sin el peaje de la promoción no se le escapó por su rendimiento ante los teóricos favoritos de la categoría. Fue más bien frente a los modestos contra quienes se torció la opción de lograr uno de los billetes directos a Primera División. El play off también peligró y quedó a expensas de una carambola por la irregular trayectoria del equipo desde comienzos de año y sus discretos resultados ante equipos de la zona media-baja de la clasificación. De los cuatro recién ascendidos la temporada pasada, por ejemplo, el conjunto blanquiazul no fue capaz de ganar los dos encuentros a ninguno e incluso alguno le sorprendió en Riazor para disgusto de los aficionados blanquiazules. Ante Extremadura, Elche, Rayo Majadahonda y Mallorca, que terminaría ascendiendo a Primera, tropezó en algún encuentro.

Problemas parecidos pasó ante Alcorcón, Córdoba, Lugo o Numancia, todos modestos, al igual que el rival al que visitará el sábado. El Fuenlabrada, recién llegado de Segunda División B, se han confirmado como el conjunto revelación de este inicio de temporada y recibirá a los blanquiazules tercero en la tabla con 23 puntos y tras ganar a Las Palmas la jornada pasada.

Será un partido incómodo para los deportivistas, que tendrán que sobreponerse a su delicada situación clasificatoria y a las dudas que le despierta enfrentarse a este tipo de equipos. Quedó demostrado el curso pasado en encuentros a domicilio como el que disputó el Alcorcón. Por entonces el equipo que dirigía el exentrenador deportivista Cristóbal Parralo se había erigido en la sensación de la categoría y le aplicó el primer correctivo a los de Natxo González. Los madrileños volverían a sorprender en Riazor logrando un empate en el tramo final del partido.

Algo parecido ocurrió con el Rayo Majadahonda, recién ascendido y que al final terminaría regresando a Segunda B. El Deportivo no pudo pasar del empate sin goles en su visita a la ciudad deportiva del Atlético, donde los madrileños disputaban sus encuentros como local, y en Riazor sufrieron una derrota (0-2) que precipitó el despido de Natxo González y la llegada de José Luis Martí al banquillo.

Ese irregular rendimiento en su estadio sería el que terminaría privando a los coruñeses del ascenso directo. Ocho partidos encadenó sin ganar ante sus aficionados en el tramo final de la temporada después de lucirse ante los teóricos conjuntos más fuertes. Ganó en Gijón y Granada y consiguió empatar en Málaga, pero fue incapaz de imponerse en Riazor a Las Palmas, Nàstic o Extremadura.

Ahí se le escaparon unos puntos que esta temporada tampoco encuentra para intentar asomar la cabeza fuera de las posiciones de cola de la clasificación. Tendrá que buscarlos en campos como el del Fuenlabrada después de once partidos consecutivos sin catar una victoria. La única llegó en la primera jornada y por ahora el equipo tampoco ha sido capaz de rentabilizar sus encuentros como local. El ´sábado tendrá enfrente a uno de esos huesos que se les suele atragantar para atajar de una vez por todas la crisis que le persigue desde comienzos de curso.