Hace ya tiempo, demasiado, que al Deportivo no le vale otro resultado que no sea ganar. Cada nuevo tropiezo aumenta el dramatismo alrededor de un equipo que encadena catorce jornadas sin una victoria. Son ya tres meses sin un triunfo que esta tarde en Almendralejo (16.00 horas) se presenta como irrenunciable. Lo necesita sobre todo el equipo, pero también su entrenador, huérfano de los resultados que justifiquen su llegada tras la destitución de Anquela.

El aterrizaje de Luis César no ha venido acompañado de la reacción necesaria y encadena ya cinco partidos sin ganar. Las sensaciones tampoco son mucho mejores y la situación se ha vuelto límite. Por eso quizá esta tarde contra el Extremadura se produzcan más cambios de los que el técnico ejecutó en todos sus compromisos anteriores.

El entrenador deportivista tendrá que reconstruir prácticamente al completo la defensa debido a las ausencias de Montero y Lampropoulos, la pareja de centrales titular contra el Elche la semana pasada. Aunque recupera a Bóveda y a Somma, está obligado de nuevo a recurrir a Mujaid. El jugador del Fabril cumplió la jornada anterior como lateral derecho y apunta de nuevo a la titularidad en esa posición.

Por delante se abre por primera vez la posibilidad de que Álex Bergantiños, titular en todos los partidos en lo que va de temporada, arranque desde el banquillo. El capitán ha perdido peso en el equipo hasta volverse irrelevante sobre el césped y podría dejar su puesto a Vicente Gómez.

El equipo ganaría en control en el centro del campo para tratar de cuestionarle la pelota a un Extremadura que apuesta por mandar en los partidos, pero al que le falta contundencia en las áreas.

La duda radica en la banda izquierda, donde Luis César Sampedro podría colocar a Salva y Luis Ruiz si finalmente cumple con lo que ha ensayado durante toda la semana.