Las esperanzas de salvación del Deportivo pasan a la fuerza por una reacción contundente y continuada, tan enérgica como la del Polideportivo Ejido en 2002, el mejor ejemplo de cómo salir a flote desde el fondo de la clasificación. Era colista de Segunda a estas alturas tras haber sumado solo 9 puntos en las primeras 17 jornadas, dos menos que los que ahora tiene el Dépor, pero fue capaz de levantarse. Acabó con 50, fuera de los puestos de condena. A esa machada ayudó el exblanquiazul Changui (Boiro, 1977), quien en enero de ese año salió cedido del Dépor para impulsar al Poli Ejido a las órdenes de otro gallego, Fernando Castro Santos. "Sufrimos mucho, siempre remando y remando „recuerda el actual presidente y delantero del Boiro„. Mirábamos la clasificación y parecía que no recortábamos, pero al final valió la pena. Logramos una salvación histórica".
El Poli Ejido era un modesto que acababa de subir a Segunda y "si bajaba no pasaba nada". De ahí la "gran diferencia" entre aquella delicadísima situación y la actual del equipo coruñés. "Es totalmente distinto. Estamos hablando de todo un Real Club Deportivo, que partía con papeletas para luchar por el ascenso, o como mínimo meterse en el play off, y ahora mismo está último. A lo mejor los jugadores que forman la plantilla no están preparados mentalmente para vivir esa situación", argumenta Changui.
Camino "largo", con "varapalos"
Ve a su exequipo con posibilidades de salir de ahí abajo „"se puede, claro que se puede mientras haya puntos"„ pero al mismo tiempo advierte de que tiene que haber un "cambio radical de mentalidad" porque "ahora mismo, en el camino que va, no lo veo". "Se puede, pero va a ser en mucho tiempo. No se va a solucionar en un mes, ni en dos, ni en tres. Ojalá, pero no lo veo. Esto va a ser largo. Le esperan partidos muy sufridos y varapalos durante el trayecto", augura el delantero.
A Changui le duele la crisis de su exequipo y entiende el malestar de los seguidores: "Sigo mucho al Dépor, porque le tengo mucho cariño, y la situación es bastante complicada. Entiendo al equipo, cómo puede estar, pero también entiendo a los aficionados. Ahora hay un tira y afloja, están separados totalmente del club, sobre todo del consejo de administración, y eso siempre resta. Tienen que empezar a sumar desde el club hacia fuera. Lo que no podemos es pedirle todo a la afición, y el club y el equipo no dar nada. Unión sí, pero el primero que tiene que intentar unir es el club".
En cuanto a las posibles soluciones, recuerda que en 2002 fueron claves tanto los fichajes invernales „"llegamos bastantes nuevos, ocho o nueve"„ como el cambio de entrenador „"Castro Santos llevaba muy poco y fue como empezar de cero"„, así como la sensación de que "no había nada que perder". "Ganas el primer partido, el segundo, te metes en una dinámica positiva y ya te lo empiezas a creer. Te quita presión saber que lo único que puedes es ganar cosas, no perderlas. Aquí en el Dépor es diferente".
Vigilante, delantero y presidente
A sus 42 años y con más de 350 goles en su currículum, Marcos Yáñez Fernández Changui trabaja como vigilante de seguridad y sigue compitiendo en Preferente en las filas del Club Deportivo Boiro, el equipo de su pueblo. Es su delantero „anteayer jugó los 90 minutos en el triunfo en el campo de la Sarriana (1-2)„ y a la vez su presidente: "Aquí también pasó un caso peculiar. El equipo subió a Segunda B y por la mala gestión del anterior presidente y de la anterior directiva estaba abocado a la desaparición, con una deuda de 420.000 euros. La rebajamos y ahora mismo creo que está en 80.000 o 90.000".
Del Compos de Caneda fichó por el Dépor de Lendoiro a cambio de tres millones de euros en el año 2000, justo tras el título de Liga. Pasó por un sinfín de cesiones „entre ellas, la del Poli Ejido en 2002„ y tuvo muy pocas oportunidades de blanquiazul, aunque pudo debutar en las tres competiciones: Liga, Copa y Champions. "Eran todos jugadorazos: Tristán, Makaay, Luque, Pandiani, Valerón... Estaba complicado jugar pero estoy supercontento y orgulloso de lo que he hecho".
