Algo muy raro, extrañísimo, tiene que pasar en los próximos meses para que el Deportivo acabe salvando la categoría, una especie de metamorfosis repentina y duradera para pasar de ser un colista deprimido, con solo 12 puntos en 18 jornadas, a convertirse en una máquina de ganar. Está obligado a protagonizar una reacción espectacular, una auténtica machada, para arreglar a tiempo su calculadora por la salvación, estropeada en esta primera vuelta tan bochornosa.

El empate de ayer en el Anxo Carro no arregla nada. Al contrario. Deja al Dépor un punto más lejos de la salvación, ahora a seis de distancia, y alarga una semana más la interminable racha negativa de jornadas sin vencer. Ya van 17 consecutivas, con las que el equipo coruñés iguala su peor registro histórico, el de la campaña 1987-88, también en Segunda. Solo ha ganado un partido, el de la jornada inaugural frente al Oviedo, y así es muy difícil salvarse, por no decir imposible.

Las cuentas de la Segunda División en su actual formato elevan el listón de la permanencia hasta los 48, 49 o 50 puntos. El Dépor tiene 12 a falta de tres jornadas para el ecuador del campeonato. En total tiene por delante 24 partidos, o lo que es lo mismo, 72 puntos por los que pelear, así que para aspirar a salvarse necesita embolsarse, como mínimo, la mitad de los puntos que quedan en juego, es decir, 36, que sumados a los 12 que ya tiene en su casillero lo proyectarían hasta los 48 al cierre liguero, quizá suficientes para evitar la quema.

La quema afecta a los futbolistas, incluso a los más jóvenes, como es el caso de Peru Nolaskoain. Ayer surgió un vídeo en las redes sociales en el que se ve y escucha al vasco asegurar: "No le ganamos ni a la ONCE". Para añadir, "es increíble la temporada de mierda que estoy haciendo, que estamos haciendo". Unas imágenes que están si fecha, pero que muy bien podrían ser de antes del partido de ayer ante el Lugo.