Seis meses y once días duró Paco Zas en la presidencia del consejo de administración del Deportivo, a la que llegó el pasado 28 de mayo para sustituir a Tino Fernández. La renuncia del actual dirigenterenuncia , deportivista formado en las categorías inferiores del club y que llegó a debutar con el primer equipo, deja un vacío de poder hasta mediados de enero, lo que supone que el club perderá quince días del mercado de invierno, que se abrirá el próximo día 1. Y lo que necesita este Deportivo son refuerzos, aunque los que suelen llegar en esta época del año no suelen ser resolutivos.

Hay un equipo técnico que tiene que seguir trabajando, porque necesita disponer de futbolistas que estén dispuestos a aceptar la oferta del club coruñés para la segunda parte del campeonato, pero no podrá haber incorporaciones; también tienen que trabajar en la salida de futbolistas -si no se producen bajas, el Deportivo difícilmente se podrá reforzar-, pero tampoco se podrán concretar porque, en la práctica, ya que no hay un responsable que firme la documentación correspondiente.

Hay cabida en la primera plantilla blanquiazul para la llegada de hasta tres futbolistas, pues estas son las licencias que tiene libres desde el cierre del mercado de verano, pero el club necesita ingresos para poder incorporar a nuevos jugadores, y los ingresos solo pueden llegar a través de la salida de algunos de los actuales integrantes de la plantilla. Con ello el Deportivo lograría liberar una ficha y, además, tendría la posibilidad de obtener algún ingreso adicional por un posible traspaso.

ANTECEDENTE

Más allá de las necesidades del equipo -que apuntan sobre todo a puestos de vanguardia y al centro del campo-, el problema de ahora es que todo lo que pueda haber iniciado Carmelo del Pozo y su equipo se tiene que quedar parado. De nada sirve haber contactado con uno o cinco futbolistas, porque hasta que llegue el nuevo presidente nadie podrá entrar, tampoco salir, y quizá para entonces sea ya tarde, a menos que haya un pacto y alguno de los candidatos, si los hay, muestre el suficiente poderío como para hacer saber quién será el presidente.

Fue lo que sucedió en 2013-14, cuando Tino Fernández arrasó en la Junta Ordinaria de accionistas de diciembre de 2013, en la que tumbó las cuentas que presentaba Augusto César Lendoiro, pero tuvo que aguardar al 21 de enero de 2014 para convertirse en el máximo responsable del club coruñés. Solo faltaban diez días para el cierre del mercador de invierno, pero ya entonces el club se iba reforzando con algunos futbolistas, a los que incluso llegó a presentar Lendoiro, porque el traspaso de poderes estaba claro y fue consensuado.

Ahora todo pasa por lo que pueda suceder durante los próximos días, especialmente el día 17, que será cuando se celebre la Junta Ordinaria de Accionistas. Podría haber acuerdos -si es que existen candidatos-, que permitan trabajar, pero nada podrá convertirse en oficial hasta que se proceda al relevo en el consejo de administración.

Es una situación perjudicial para el club y para el equipo, una situación en parte derivada de una situación que se produjo ya en abril pasado, cuando Tino fernández y sus compañeros de junta adoptaron la misma determinación que Paco Zas y sus compañeros, una decisión que se puede resumir en una palabra: hartazgo. No por la situación deportiva, porque si por eso fuese hace ya dos meses Zas hubiese presentado la dimisión, algo que se llegó a especular, es a causa de la situación crítica que vive una parte del deportivismo, que lleva a amenazas personales y familiares, la que provoca que los consejeros prefieran dar un paso a un lado, aunque se entienda como un abandono del barco.