Luis César justificó ayer su decisión de dejar a Samuele Longo y Ager Aketxe fuera de la lista para el partido de esta tarde en Ponferrada. El italiano y el vasco se quedaron en A Coruña, al igual que Salva Ruiz, también por decisión técnica, junto a los lesionados Borja Valle, Gaku Shibasaki y David Simón. Entra en la lista Christian Santos, tras recibir el alta médica, así como Sasa Jovanovic, descartado para el partido del pasado fin de semana contra el Zaragoza, y el fabrilista Yago Gandoy. "Simplemente no van Aketxe y Longo porque entran Christian y Sasa (Jovanovic). Salen dos delanteros y entran dos delanteros, esa es la realidad. Hay que llevar una alineación prevista y al banquillo de todo un poco. Como entran dos, tienen que salir dos", argumentó el técnico ayer por la tarde antes de subirse al bus para viajar a Ponferrada.

También es novedad en la lista el fabrilista Gandoy, en su caso debido a la lesión de Shibasaki: "Entra Gandoy porque me hace falta un centrocampista puro y al lesionarse Gaku no tengo. No es que deje fuera a futbolistas del primer equipo y lleve a un jugador del Deportivo B, es que necesito centrocampistas, tiene que entrar uno, y entra Gandoy".

Sobre el partido de hoy en El Toralín, reconoce que la victoria urge. "Tenemos que conseguirla ya, no admite más demora. Cuatro meses sin ganar un partido es muchísimo para este club y cuanto más tardemos en conseguir ese triunfo los problemas van aumentando", aseguró Luis César, "al margen" de la incertidumbre institucional tras el anuncio de dimisión del consejo. "Tenemos que estar al margen de todas esas situaciones. Al final, no tiene que influir para nada porque hemos estado bien institucionalmente y no hemos sido capaces de ganar. Es doloroso que pase esto porque esto ha ocurrido por culpa de los que estamos aquí abajo. Los resultados negativos han traído estas consecuencias, lamentablemente, pero hay que seguir compitiendo, entrenando y estar aislados de esas situaciones. Esto ha surgido porque nosotros no hemos sido capaces de ganar y tenemos al equipo último", recalcó el técnico del Deportivo.

Cuestionado por su continuidad y por si precisamente puede estar ligada a esa incertidumbre institucional y la consiguiente parálisis en la toma de decisiones, Luis César optó también por mantenerse al margen. "No tengo tiempo ni para pensar en mí. Me preocupo de que el equipo mejore y gane partidos. No pienso en mí ni me he puesto a valorar esa situación. Es algo que no puedo controlar ni soluciono nada pensando en eso. Mi mayor problema es que el equipo lleva cuatro meses sin ganar. No tengo más preocupación que esa", añadió Luis César. Tras el "puñetazo en la cara" que supuso la derrota ante el Zaragoza, el técnico espera reconducir la situación y niega que sea "un milagro" evitar el descenso. "No es una utopía la salvación", zanjó.