El Deportivo Abanca afrontará una tarde histórica por partida doble. Será su estreno en la Copa de la Reina y al mismo tiempo su primer partido oficial en Riazor desde la recuperación del equipo femenino blanquiazul en el verano de 2016. Ocurra lo que ocurra contra el Valencia (20.00 horas) en la eliminatoria de octavos de final, el partido ya representa un hito en la historia del club. Ganar y pasar de ronda redondearía una fecha marcada en el calendario para el grupo de jugadoras que dirige Manu Sánchez después de amarrar la permanencia con más antelación de la que cualquiera hubiera siquiera soñado en la que es su temporada del debut en Primera División.

Las ilusiones del equipo blanquiazul se orientan ahora hacia una competición que este curso ha cambiado su formato para dar cabida a todos los conjuntos de la elite. El sorteo ha emparejado a las deportivistas con un Valencia en horas bajas, más preocupado por superar sus miserias en la liga. Ya se ha enfrentado a ellas en un partido que empató y en el que mereció más.

En ese encuentro exhibió las señas de identidad que han convertido al conjunto de Manu Sánchez en uno de los más atractivos de la categoría: desparpajo, ambición y valentía. Necesitará recuperarlos tras el tropiezo contra el Athletic de la última jornada en la ciudad deportiva.

Para ello contará también con el apoyo de Riazor en el que será el estreno del Deportivo Abanca en partido oficial en el estadio coruñés. Hasta ahora había jugado varios Teresa Herrera con desigual éxito de público en las gradas. La meta del club es alcanzar los 5.000 asistentes contando con que el encuentro se disputa un martes a las ocho de la tarde. La cifra más ambiciosa consiste en superar los algo más de 10.000 que presenciaron el partido de la selección contra Azerbaiyán el pasado mes de octubre en la fase de clasificación para la próxima Eurocopa.