El capitán blanquiazul Álex Bergantiños reconoció la felicidad que había en el vestuario tras el triunfo de ayer, una victoria que puede suponer un trampolín para el equipo blanquiazul. "Esperemos que sí, que nos sirva de punto de inflexión. Llevábamos muchos empates consecutivos y ganar significa que multiplicamos nuestra posibilidades; además, sin encajar gol, que es algo que nos había relanzado tras la llegada de Fernando Vázquez a principios de año", aseguró el futbolista de la Sagrada Familia al concluir el encuentro. "De todas formas, hay que seguir porque todavía nos queda mucho por hacer para llegar a la meta y, sobre todo, ganar en casa, ya que llevamos estos dos partidos (además de los dos últimos antes del parón) sin vencer en Riazor y lo necesitamos", añadió el ayer defensa blanquiazul.

Jugó en una demarcación nueva en esta temporada, pero no desconocida, como el mismo recordó. "Ya en la cantera jugué de central, como también hice en la primera etapa de Vázquez en el Deportivo, por eso me encontré bien. Cierto es que estuve muy bien arropado por Mujaid y por Montero, que estuvieron fantásticos en los numerosos centros que nos llegaron". Y feliz por la "unión" del equipo en todo momento del partido de ayer.