Chico Flores, el jugador del Fuenlabrada que tuvo que ser ingresado el viernes en el hospital Quirón a consecuencia del coronavirus, fue dado de alta ayer y a su regreso al hotel Finisterre, donde se encuentra confinado el resto de la expedición madrileña, reconoció que había pasado unos días fatal, pero defendió el derecho de su equipo a jugar el partido contra el Deportivo, correspondiente a la última jornada en segunda y que fue aplazado el pasado lunes 20 tras el brote detectado en su club: "Que no nos quiten lo que hemos ganado".
"He pasado unos días fatal, pero ahí estamos luchando todos, primero por la salud, que lo hemos pasado bastante mal nosotros y nuestras familias, y por lo que queremos, que es jugar", dijo. "Lo que queremos es jugar. Primero mejorarnos de la salud, que es lo principal, prioritario y más importante, pero que no nos quiten lo que hemos ganado", alegó en relación a que solo necesitaban un punto para clasificarse para el play off de ascenso a Primera. Además, señaló que los jugadores del Fuenlabrada "no tienen culpa de nada", en relación al viaje del equipo a A Coruña, y que ellos solo se desplazaron "para jugar un partido".
