LaLiga respondió ayer con una nota informativa de dos hojas a los 45 folios de argumentaciones y pruebas en los que el juez instructor del Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol, Ricardo Esteban Díaz Sánchez, apoyó su propuesta de sanción al Fuenlabrada: descenso de categoría y multa de 15.001 euros. En esa nota, la patronal acusa al instructor de querer "alterar la competición y los resultados de LaLiga SmartBank" mediante la creación de un "relato artificial" repleto de "afirmaciones torticeras, de medias verdades, cuando no falsedades" e incluso le afea al instructor que obvie en su resolución "el intento de manipular una prueba por parte de algún club", sin citar a ninguno ni dar datos concretos al respecto.

Díaz Sánchez detectó una "ferviente defensa de los intereses del Fuenlabrada" por parte de LaLiga, pero la patronal lo niega y sostiene que "lo que hace LaLiga es defender la competición y que no se produzca una alteración de los resultados de la misma con una clara infracción de la normativa vigente". "No se está defendiendo al CF Fuenlabrada, se está defendiendo a la competición y a la integridad de ésta", asegura LaLiga, pasando por alto la "adulteración sin precedentes de la competición", calificada así por el instructor en su escrito, que originó la ruptura del horario unificado fijado para los encuentros de la última jornada.

Dos visiones, la federativa y la de LaLiga, radicalmente opuestas en medio de una batalla legal y de competencias que amenaza con paralizar el inicio de la próxima temporada, previsto en principio para el 12 de septiembre, y que mantiene a varios clubes, entre ellos el Deportivo, con la incertidumbre de no saber a estas alturas en qué categoría competirán. Tan enquistada está la situación, que el Consejo Superior de Deportes, hasta ahora al margen del caso, podría tener que intervenir para desbloquearlo, por ejemplo, optando por la vía propuesta desde la Federación: la ampliación a 24 del número de equipos la próxima temporada, incluidos Deportivo y Numancia.

Solución política

Una solución "política", como reclamó públicamente la semana pasada el presidente del Deportivo, Fernando Vidal: "La adulteración de la competición es clara. El error es humano pero ante un error de esta magnitud tiene que haber una medida de tipo político", argumentó. Espera que actúe el CSD no solo para desbloquear este callejón sin salida, sino también para pronunciarse sobre la solicitud de inhabilitación inmediata a Javier Tebas como presidente de LaLiga, petición compartida también por el Numancia, otro de los perjudicados por la adulteración de la competición.

Una vez recibido el escrito del juez instructor federativo, tanto el Fuenlabrada como los demás interesados disponen de diez días hábiles, desde el pasado sábado, para formular las alegaciones que estimen oportunas a la propuesta de sanción de Díaz Sánchez. Después, Competición tendrá que pronunciarse, si antes el CSD no toma cartas en el asunto para evitar que el proceso se prolongue semanas, con las consecuencias que ello podría tener para el normal desarrollo de la próxima temporada.

Apelación y TAD

Competición ya falló a favor de los intereses de LaLiga y del Fuenlabrada el pasado 3 de agosto, cuando con los votos a favor de los vocales Pablo Mayor y Lucas Osorio, y la abstención de su presidenta, Carmen Pérez, puso fecha al paripé del Dépor-Fuenlabrada en Riazor. Fue una votación inédita, ya que hasta entonces todas las resoluciones desde que Pérez preside el comité, unas 2.000, se habían adoptado por unanimidad. Si Competición vuelve a ceder a las presiones de LaLiga y no acepta la propuesta de sanción del instructor, el Deportivo podría recurrir primero al Comité de Apelación, un órgano federativo más independiente, y luego al Tribunal Administrativo del Deporte, adscrito al CSD.

En caso de que se acabe certificando el descenso administrativo del Fuenlabrada, en teoría su plaza en Segunda le correspondería al Deportivo, según el artículo 61 del Código Disciplinario de la RFEF, que dice así: "El club sancionado con descenso de categoría se tendrá por no participante en ella, y ocupará el último lugar en la clasificación, con cero puntos, computándose entre las plazas de descenso previstas". En tal caso, junto al club madrileño bajarían el Extremadura y el Racing de Santander, descendidos matemáticamente con varias jornadas de antelación, más el Numancia, que sería el cuarto por la cola.