Elady Zorrilla, extremo de 30 años que acaba de ascender a Segunda División con el Cartagena, es uno de los nombres que figuran en la lista de posibles refuerzos del Deportivo de cara a la próxima temporada en Segunda B. El club coruñés quiere armar una plantilla de alto nivel y sólida, apoyada en muchos jugadores de superior categoría, pero también está abierto a incorporar a algún hombre con experiencia en tercer escalón del fútbol nacional y que garantice rendimiento inmediato. Elady encaja en ese perfil.

Es diestro y habitualmente actúa en la banda izquierda del ataque, pero también puede jugar de segundo punta o incluso de delantero. Velocidad, desmarque y regate son sus principales cualidades, además de su gran capacidad para sorprender en carrera, llegar al área y acabar las jugadas. Hace dos temporadas anotó 21 goles con el conjunto albinegro a las órdenes del exdeportivista Gustavo Munúa y el pasado curso firmó siete dianas con Borja Jiménez al mando, un entrenador que no cuenta con él para Segunda. La relación de Elady tanto con su club como con la dirección deportiva es buena, pero no así con el entrenador, que le ha abierto las puertas para que salga.

El atacante jienense tiene firmado un año más de contrato con el Cartagena, con una ficha importante, y solo saldrá si llega a un acuerdo económico con su club. El Dépor sigue a Elady desde hace tiempo y se ha interesado por su situación, como otros muchos clubes punteros de Segunda B, aunque fuentes próximas al futbolista aseguran que la opción de jugar en Riazor le seduce especialmente.

Debutó en la categoría en 2012 con el equipo de su ciudad, el Jaén, y luego jugó una temporada en el Mancha Real y dos en el Murcia antes de fichar por el Cartagena, previo paso, muy breve, por el KS Cracovia polaco. Destacó en sus dos campañas de albinegro, sobre todo la 2018-19, perdiendo protagonismo tras la salida de Munúa -el técnico uruguayo regresó al Nacional de Montevideo en diciembre de 2019- y la llegada de Jiménez como su relevo en el banquillo.

Elady es uno de los jugadores más cotizados de Segunda B. El verano pasado el Cartagena rechazó ofertas muy importantes por él. Por ejemplo, una del Burgos, que según algunas fuentes estaba dispuesto a pagar 350.000 euros por su traspaso, y que le brindaba al futbolista un contrato de tres temporadas con una ficha superior a los 200.000 euros anuales. El Dépor, si finalmente le traslada una oferta, no llegará en ningún caso a esas cantidades tan altas. De momento, el atacante sigue en el Cartagena y su salida no parece inminente. Si el club quiere desprenderse de él, tendrá que indeminzarlo. En caso contrario, continuará en Cartagonova aunque no cuente para el técnico.